Así, entre los meses de abril y julio, todo el departamento sufrió un largo aislamiento. Los caminos se convirtieron en riachuelos, no por la gran cantidad de lluvia registrada, sino simplemente porque nunca se realizaron los trabajos de levante de terraplén y colocación de los sistemas de desagües.
Las familias de la zona de los distritos de Fuerte Olimpo y Bahía Negra, fueron expuestas a sobrevivir en medio de una tremenda necesidad. Las personas quedaron atrapadas en sus comunidades durante todo este largo tiempo. No podían salir porque no existían caminos. La ayuda llegaba a cuenta gotas a bordo de helicópteros, único medio con el cual se podía llegar a varios lugares.
Nunca antes se padeció de esta manera; ni siquiera las temporadas de sequía o los incendios forestales afectaron con tanta dureza como estos 100 días de aislamiento, mientras que las autoridades buscaban culpar a la naturaleza como la responsable, debido a la abundancia de lluvias.
Para peor, el único médico anestesista que trabajaba en el Hospital Regional de Fuerte Olimpo tuvo que dejar el cargo aquejado de una enfermedad. Desde entonces y hasta la fecha, a más de un año, no se realiza ningún tipo de cirugías, razón por la cual se intensifican las evacuaciones de pacientes a otras regiones del país.
Hasta la fecha y a pesar de los permanentes reclamos de los pobladores, el MOPC no logra conseguir los G. 16.500 millones para costear los trabajos de reparación de los caminos de la zona, a pesar de que en agosto fueron adjudicadas dos empresas para dicho menester.
El presidente de la ANDE anunció al presidente Santiago Peña la construcción de una serie de nuevas subestaciones para fortalecer el sistema eléctrico del país; sin embargo, ni se acordó del Alto Paraguay, donde se sigue aguardando la construcción de lo que será la primera subestación en todo este departamento, por lo que los usuarios continuarán soportando el pésimo servicio del ente.
En esta zona chaqueña lejos estamos de caminar hacia una mejor calidad de vida, a pesar de que el Gobierno nacional se jacta de alcanzar altos grados de inversión económica. Ni asomo del famoso eslogan “vamos estar mejor”, sin duda el 2025 es un año para el olvido para las humildes familias del Alto Paraguay.
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