La fábrica de Vallemí de la Industria Nacional del Cemento (INC) está parada desde el 4 de febrero último, supuestamente para el mantenimiento de las máquinas de la estatal. Sin embargo, fuentes de la planta informaron que el horno dejó de operar porque ni siquiera se tiene combustible (pet coke) para producir clínker (principal insumo del cemento).
Esta situación repercute en Villeta, donde para no dejar de entregar el cemento se despachan ínfimas cantidades. El miércoles último en dicha fábrica solo se entregaron 12.480 bolsas, según los datos.
Mientras todo esto ocurre en la empresa, el titular de la estatal Ernesto Benítez se preocupa solo en crear más cargos y ubicar a sus leales con sueldazos, como el caso de Emilce Montiel, dirigente colorada y sindicalista, que sin tener título universitario cobra un salario de más de G. 15.000.000 y el esposo de ésta, Luis Alberto Paredes, (también sin título) percibe G. 13.600.000.
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“No tenemos más nada para arrancar la producción. Estamos sin pet coke (combustible del horno de clínker). Estamos sin plata en caja y nadie más nos quiere entregar a crédito porque este Gobierno ya se va en meses. Cuando consigamos el pet coke vamos a terminar el supuesto mantenimiento de la fábrica en Vallemí”, manifestó ayer uno de los voceros de los trabajadores de Vallemí.
¿Quieren que Petropar compre pet coke a la INC?
Otro dato que están manejando los trabajadores es que Benítez ya le habría solicitado al presidente de la República, Mario Abdo Benítez, para que Petropar se encargue de comprar a la INC 30.000 toneladas de pet coke y que la petrolera pública pueda “vender” a la cementera estatal el producto de referencia.
“El presidente y el equipo económico saben en qué situación está la INC, pero ellos son ciegos y mudos. Son cómplices en silencio para matar a la empresa”, expresó una de nuestras fuentes.
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Ernesto Benítez sigue sin responder los cuestionamientos y además nada se sabe del balance de la empresa del 2022, que según datos preliminares registra millonarias pérdidas, al igual que Copaco.
Lo concreto es que Benítez creó varios cargos para el ejercicio fiscal de este año al solo efecto de ubicar a sus leales en puestos claves de la cementera estatal, que según los datos, le costarán casi G. 3.000 millones al ente, considerando únicamente los salarios básicos.
Por ejemplo, de 12 gerentes (categoría 20A) que tenía la estatal en el ejercicio 2022, para este año figuran 21 para este puesto, es decir 9 funcionarios de confianza más. Asimismo, en el presupuesto del 2022 se tenían solo 12 empleados en la categoría de Especialista II, III, VI y V, pero para este año ya figuran 57 funcionarios para estos cargos, es decir, 45 empleados más.