Cloaca secreta

Esta semana dijeron que quienes se zambulleron y nadaron en la cloaca secreta entre la Corte Suprema y el Presidente de la República fueron SEIS. No es cierto. Serían SIETE, porque hay que incluir y contar al dueño de casa, el titular del Poder Ejecutivo, Santiago Peña.

audima

Y podrían haber sido OCHO porque hasta ahora no hubo desmentido sobre la presencia del actual senador vitalicio, presidente de la ANR, líder de Honor Colorado y expresidente de la República, Horacio Manuel Cartes Jara. Es decir, los rostros de la desvergüenza, como ya son llamados, no son solamente los seis ministros de la Corte Suprema de Justicia: el presidente César Diesel; la vicepresidenta primera, Carolina Llanes; el vicepresidente segundo y titular del JEM, César Garay Zuccolillo; los ministros Luis María Benítez Riera, Alberto Martínez Simón y Eugenio Jiménez Rolón.

Con todo lo ocurrido, ni si ahora juran y perjuran creeremos nada. Ni aunque aparezca una foto donde muestren que fue una divertida noche de fin de año con empanadas y vino, donde jugaron a quien encuentra más sobres en Mburuvicha Roga. Y no es que no les creamos por mal pensados, fueron ellos quienes cavaron sus propias fosas al hacer una reunión SECRETA. Esta cualidad, en actos de gobierno, es una condición que solamente tienen aquellas cosas torcidas, impulsadas por el poder, con desgraciados finales para las democracias.

Estas condiciones, a esta hora, ya no se discuten: 1) La reunión fue secreta 2) Excluyeron deliberadamente al menos a dos ministros de la Corte Suprema 3) No anunciaron en agenda de la Corte ni del Ejecutivo 4) Una vez descubiertos ensayaron deplorables motivos: administrativo, plan de caja… cuando el Presupuesto 2026 ya estaba a la espera de la promulgación. 5) Tardaron OCHO días en tener las agallas para admitir que la reunión sí existió, cuando hasta el propio Presidente del Congreso, Basilio Núñez, ya había tratado de fábula su ocurrencia. Seguro que ni Núñez pensó que se atreverían a tanto.

Lo que trataron en la sesión clandestina lo veremos muy pronto. Y el abanico de casos posibles es tan grande como horrorífico. Todos aquellos que tienen procesos en el poder judicial y que estén enfrentando al Presidente de la República o a su padrino Horacio Cartes, a sus familiares o exsocios comerciales, o a cualquier miembro del Ejecutivo, tienen razón al temblar: nadie sabe lo que se viene. Quebraron lo que nunca debió romperse, la frontera que garantiza la independencia de poderes para que el uno administre el estado sin presiones y el otro administre la justicia sin temores. Que el último apague la luz y cierre la puerta.

mabel@abc.com.py

Lo
más leído
del día