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Y por eso mismo, es criminal lo que hicieron funcionarios del gobierno de Mario Abdo Benítez, y funcionarios de anteriores gobiernos, para complacer a las ONG controladas por Bill Gates (coordinadas por la “Bill & Melinda Gates Foundation”) optando por el mecanismo COVAX para adquirirlas, con el consabido fracaso y, peor, con unas doce o trece mil muertes de compatriotas atribuibles a la falta de vacunas.
La historia comienza mucho antes de la pandemia de covid.
La “Fundación Bill y Melinda Gates”, una ONG que dispone de casi 50 mil millones de dólares, había creado, en el año 2000, la “Global Alliance for Vaccines and Immunization” (GAVI, Alianza Global para Vacunas e Inmunización), a la que, injustificadamente, se reconoció estatuto diplomático en la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En 2012 se impulsó en nuestro país una ley, la 4621 “De Vacunas” que, extrañamente, establecía un monopolio de provisión de vacunas para Paraguay a favor de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), parte de la OMS, en su artículo 26 que, oh sorpresa, excluía a las ONG de la restricción monopólica.
El 19 de enero de 2017 el Foro de Davos, una organización absolutamente privada dirigida por jefes de ONG, lanzó una “Coalition for Epidemic Preparedness Innovations (CEPI, Coalición para Preparar Innovaciones para Epidemias), con una donación de 460 millones de dólares proveída por los gobiernos de Alemania, Japón y Noruega y, sobre todo, por la “Fundación Bill y Melinda Gates”.
En abril de 2020, la Unión Europea, la OMS y Francia lanzaron la iniciativa “COVID-19 Vaccines Global Access” (COVAX, Acceso Global a las vacunas contra covid19), que pusieron bajo la dirección de Bill Gates a través de GAVI y CEPI.
En junio de 2020, Paraguay ingresó al Mecanismo COVAX, por medio del Fondo Rotatorio de la OPS. No logré encontrar los términos de este acuerdo, que contiene cláusulas rescisorias leoninas, pero este acuerdo es el que se alegó para no comprar vacunas anticovid a oferentes privados, según nos lo confirmó, en entrevista en la 730 AM ABC Cardinal el 9 de junio pasado, el ministro Federico González, quien dijo que él nada tuvo que ver en esa decisión y que no hay actas del gabinete que documenten la misma.
Esta decisión es la responsable del retraso de la llegada de vacunas anticovid a nuestro país, por el fracaso de COVAX, y, por tanto, sus autores son responsables de la muerte de todos los paraguayos que murieron de covid por falta de vacunas en tiempo.
En julio pasado, cuando en la Cámara de Diputados se intentó impulsar nuestra salida de COVAX, fuentes no identificadas del ministerio de Salud se opusieron, alegando que “el país no puede retirarse sin justificación. Además que, en caso de tomar dicha decisión, deberá pagar la indemnización. A ello deben sumarse los gastos”. Y, en defensa COVAX, sostuvieron incluso que “el acuerdo no puede considerarse un fracaso”.
Todavía el 16 de julio, el ministro Julio Borba descartó que nuestro gobierno busque salir de COVAX y confirmó que salir de COVAX implica pagar una indemnización y otros gastos.
La causa de esta tragedia, de este crimen, es que en el proceso de toma de decisiones administrativas y legislativas de nuestro país se deja actuar en las sombras más tenebrosas a agentes de las ONG que luego desaparecen en la impunidad. Tenemos que saber quiénes firmaron nuestra sumisión a Bill Gates.