El Cuarteto de Nos: Entre Raro y Bipolar

Combinan la ironía y el rock como nadie. Dueños del rock alternativo uruguayo más representantivo del momento, impregnan un concepto diferente a la escena musical.

Cargando...

Cada tanto aparece algo que nos sorprende. Y en la escena de la música no es muy habitual. El caso de El Cuarteto de Nos, en ese sentido, es de destacar.

Formada a principios de la década de los '80 en Montevideo, Uruguay, alcanzaron la masividad local a mediados de los '90 de la mano de un humor "bizarro", a partir de influencias tan eclécticas como Woody Allen, Les Luthiers y Monty Pythons.

Sin embargo, no es hasta 22 años después cuando el tiempo de trabajo, creación y maduración marca un hito impredecible: la metamorfosis de banda de rock "de culto" a un fenómeno de masas que supo trascender prejuicios y fronteras rioplatenses. Esto llegaría a partir de Raro (2006), disco que los catapultó a la cumbre del mejor rock uruguayo de exportación.

 

Lejos quedaba la etapa amateur en que, por ejemplo, titularon un disco como Emilio García: y no se trata del paraguayo líder de Los Hobbies, sino de un "mánager imaginario" que –como parte de un humor interno– decían tener por aquellos tiempos. "Esa era una etapa muy amateur. Nos autoproducíamos todo nosotros cuatro, desde las canciones hasta los shows, hasta los afiches, hasta las tapas de los discos… todo nosotros. Y ahí, desde una broma que teníamos, era que nuestro mánager -una persona que por más que no existía- igual nos robaba todo nuestro dinero (Risas). Por supuesto, no hacíamos ningún dinero en esa época, ¿no? Le inventamos ese nombre, y justamente en el disco ese fantaseábamos que era tanto el dueño del grupo, que hasta el nombre de él era el nombre del disco. Hoy, en realidad, tenemos un mánager de carne y hueso. ¡No podemos hacer lo mismo!", comenta Musso mientras ríen sus recuerdos.

 

Bipolar, último álbum editado en 2009, siguió la ruta de Raro, cancionero en que la ironía y el sarcasmo logran una prolija fusión de raprock, ritmos folcóricos como cumbia y milonga, cuidadosos arreglos y el espíritu de un pop-rock desenfrenado.

 

"Desde Paraguay hemos recibido desde que salió Raro un montón de mails a ver cuándo íbamos… No nos tiramos o no nos gusta ir por primera vez a otro país y que no se den las condiciones ideales para el show. Porque a veces vos podés tener una buena fanaticada, unas buenas ganas para que vayas, pero capaz que vas sin las condiciones técnicas adecuadas, y no sale como todos queremos. En este caso se dio todo, y seguramente va a ser buenísimo lo del sábado", adelanta Roberto Musso, horas antes de su primera presentación, el sábado 18 de junio en la Estación Central del Ferrocarril.

 

En una entrevista exclusiva, el autor de canciones como Ya no sé qué hacer conmigo, Yendo a la casa de Damián, El hijo de Hernández y Me amo, hace un recorrido por su carrera, confiesa la seriedad con que se toman su humor, repasa la polémica que causó en la política uruguaya, comenta acerca del alejamiento de su hermano Ricardo Musso y el grupo, y comparte parte del proceso de grabación del próximo disco.

 

 

-¿Cómo se explica el boom del rock uruguayo de hoy, que además de destacarse en calidad, está ganando en repercusión internacional? Algo que ocurriera de la mano de bandas como  La Vela Puerca y No Te Va Gustar, hoy el Cuarteto de Nos es muy importante dentro del género…

-En realidad es bastante curiosa la historia de El Cuarteto en general, porque somos una banda que empezamos tocando a fines de los ’80 más o menos acá (Uruguay); o sea que somos una generación bastante anterior a lo que es La Vela… y No Te Va a Gustar. Si bien empezamos una onda muy amateur y en el ambiente montevideano, la masividad acá en Uruguay llegó recién a mediados de los ’90 para nosotros. En el ’94, ’95 por ahí. Y recién en el 2006 fue, con la salida de Raro, que el grupo se hizo a conocer fuera de las fronteras de Montevideo y Buenos Aires, que eran los lugares donde más tocábamos. O sea que es bastante dilatado en cuanto a años de trayectoria, pero sabemos que para el público de fuera del Río de la Plata somos una banda que tiene dos discos y en realidad cuatro años a lo sumo de existencia (Risas).


-La popularidad a gran escala llega con Raro, en 2006, que además los convierte en el primer grupo de rock uruguayo nominado a un Grammy. ¿Cómo se vivió esa metamorfosis de pasar de ser banda de culto a generar una gran convocatoria en Latinoamérica?

-Sabés que la historia de El Cuarteto fue tan paulatina en cada hito que se fue dando, en realidad, que quizás sí tanto en el ’94, con el disco Otra Navidad en las Trincheras, que nos catapultó en todo Uruguay y la Argentina; y Raro, que nos catapultó para Latinoamérica, no llegó tan de golpe como puede parecer de repente. Fue un proceso que lo vivimos muy de a poco, en realidad.

 

Con Raro sí, de repente cuando salió el disco, nos fuimos dando cuenta que por primera vez recibíamos noticias del exterior, de que interesaba el material. Igual, hasta la nominación del Grammy como que fueron sumándose cosas de a poquito, ¿no? Y lo tomamos como algo súper positivo y que le insertó una energía enorme a la banda eso. Porque, como bien decías, el rock uruguayo era tomado como algo bastante exótico, sobre todo fuera de acá, que no se conoce mucho del arte de Uruguay, y el posicionarnos en el mercado del norte, digamos, como que fue súper importante y a la vez nos veían como un producto bastante exótico.


-La música del Cuarteto se caracteriza, además, por una fuerte dosis de ironía y humor. ¿Con qué seriedad se toman ese humor al momento de componer?


-Sí. Es una ironía, un humor que fue mutando con el correr del tiempo. Si vos ves algún disco nuestro de los ’90, por ejemplo, vas a encontrarte con un humor más bizarro. Y, de repente, ahora, es como un poco de descripción de personajes, de situaciones con un tono sarcástico pero quizás no un humor tan directo, buscando mucho lo que son los juegos de lenguaje, la rima, etcétera. Eso es también un poco "autobuscado". Cuando me pongo a componer también me gusta mucho tratar de no repetirme, no repetir fórmulas que ya hemos explotado de repente. Y asumir riesgos. A veces los discos que fueron más riesgosos nuestros en cuanto a cambio fueron también los que mejor anduvieron.


-Y en ese momento de composición, ¿cuánto de ficción hay en esos personajes, en esa primera persona? ¿Hay mucho de ficción, más de realidad o le damos un empate técnico?

 

Vos viste que generalmente en nuestras canciones el personaje siempre está al límite de lo verosímil, capaz no podés pensar que esa persona puede existir tal cual se describe en la canción… Pero, por otro lado, yo creo que también tiene una forma de estar escrita que hace que mucha gente se sienta identificada, paradójicamente, con el personaje. Porque me dicen, por ponerte un ejemplo, en la canción de Me amo, una canción que decís 'No puede existir este tipo, al borde del egocentrismo…'; y, sin embargo hay gente que me dice: 'Ah, pero yo conozco a tal persona que es igual al de la canción…', etcétera.


-Alguna vez dijiste que sos muy obsesivo al momento de escribir una canción. ¿Cómo es tu rutina de composición?

 

-Mirá, en realidad, como compositor soy muy lento en cuanto a lo que tardo en terminar una canción. O sea, soy incapaz de terminar una canción en una noche, por ejemplo, en un día… Me gusta que vaya creciendo con el correr del tiempo, y estoy varios meses con la canción adentro mío hasta que siento que está terminada y que puede ser mostrada a otro ser humano. Porque me gusta también, cuando encuentro un personaje, una situación, es exprimirla al máximo.

 

Estudiar mucho acerca del tema, ver cuánta información le puedo poner a la canción, porque para mí cuanta más información le pueda poner a la canción más vida útil tiene la canción en sí misma, ¿no? Y si a todo eso le puedo incorporar, como te contaba, juegos de lenguaje o rimas, mejor todavía. Entonces me lleva un tiempo más que largo la composición.


-Ahí está entonces la seriedad con la que se toman este humor, que queda tan prolijo en definitiva…

 

-Sí, porque a veces, claro, una canción de tres minutos en escena se te va volando, pero atrás de todo eso están las horas de composición, las horas de ensayo, las horas de producción de un disco…


-Entre tus influencias artísticas están Woody Allen, Les Luthiers y Monty Pythons. ¿Cómo se transporta todo eso a la esencia de El Cuarteto…, al terreno musical?

-Sí, tal cual vos lo mencionás… Cuando a mí me preguntan a veces en muchas entrevistas de la "influencia musical", en realidad a mí me gusta aclarar que tan o más importantes son las influencias como vos mencionabas en esos ejemplos: de lectura que me gusta leer, de obra de teatro, de película, o de cualquier cosa que también tiene, sobre todo en como son las canciones de El Cuarteto, para mí tiene tanta influencia como en lo musical.

Si bien nosotros en la parte musical, como habrás podido ver, somos como muy abiertos, muy eclécticos en cuanto a ritmos musicales, referentes musicales… O puede haber de repente un disco como Bipolar, con canciones que no tienen nada que ver una con otra. Por suerte no tenemos una sola influencia en ese aspecto.


 


 


-En los títulos de los discos generalmente se ve una manera de adjetivar; como en Cortamambo, Raro o Bipolar. Si pudieras definir con una palabra el presente musical de la banda y sacaras un disco este sábado en Asunción, ¿cuál sería el adjetivo que defina este momento de El Cuarteto de Nos?

-Y, mirá, tendría que fomar una palabra que mezclara Raro y Bipolar (Risas). Tendría que ser tipo Raro/Bipolar, algo así… Porque vos sabés que la suma de estos dos discos nos ha dado un show en vivo, el cual estamos presentando desde hace casi dos años en realidad, que nos ha dado una cantidad de satisfacciones del show en sí.

 

Siempre comentamos que la mezcla de Raro y Bipolar dio como resultado un disco mejor que cualquiera de los dos por separado, ¿no? (Risas). Entonces, en el show en vivo vamos mezclando una canción de Raro y una de Bipolar; y se arma algo realmente con una energía impresionante. Y lo definiría por ese lado, no sé.


-En No quiero ser normal (editada en Cuarteto de nos, 2004) dicen "No quiero ir donde todos van…". Esta declaración de principios se relaciona con "Ya no sé qué hacer conmigo" (Raro, 2006)…

-Sí, sí. Yo no las veo quizás tan aparentadas, por más que las canto yo y las compuse yo a las canciones, siempre hablo del personaje en el cual me presento, digamos, para hacer ese tema. Y a No quiero ser normal lo veo más, como dice la canción, la persona que ve que la mayoría de la gente no es la que tiene razón, digamos. Que la masividad y las mayorías no siempre tienen razón de que está bien lo que ellos deciden hacer o adónde ir.

En el caso de Ya no sé qué hacer conmigo, es una persona más como cuestionándose a una determinada altura de la vida qué es lo que hizo, qué es lo que tiene por hacer, y que en realidad el cambio es permanente en ella. Yo los veo un poco diferentes en ese aspecto, ¿no?


-Desde "El Cuarteto de Nos", editado en 2004, se incorpora Juan Campodónico a la producción artística ¿Cómo cambió esto en la forma de trabajar en los discos, ya a partir de la voz externa de un productor, que pasó a considerarse como "el quinto cuarteto"?

-A partir del 2004 empezamos a trabajar con Juan Campodónico en la producción artística de los discos. Juan fue productor de muchos discos de Jorge Drexler, forma parte del proyecto de Bajofondo Tango Club, con Santaolalla, y fue desde siempre un gran fan de El Cuarteto, que fue un poco el por qué también que juntamente decidimos trabajar con él. Porque en un momento decidimos que había que incorporar la figura de un productor para darle un cambio, digamos, al producto final. Todavía no estaba claro quién iba a hacer. Por suerte con Juan fue de mutuo acuerdo, y se armó una química interesantísima, tanto a nivel personal como artística. Y cambió muchísimo. Basta con escuchar un disco post 2004, y uno anterior, y te salta a las claras el trabajo que hay, no solamente a nivel de sonido crudamente, sino a nivel de arreglos…

A veces podés trabajar con un productor renombrado, y que te puede ayudar técnicamente, profesionalmente ser buenísimo; pero ser fan, que te guste la banda en sí, es un plus importantísimo.


-A partir de ese disco hay un claro sonido más rockero, ¿se lo propusieron a partir de ese disco o fue delimitado desde de lo que estaban tocando en vivo?
 
-Sí, tal cual lo decís vos. En realidad el disco este del 2004 en sí, que se llama El Cuarteto de Nos, que es un poco reconsiderar y regrabar las canciones que estábamos haciendo en ese momento, que tenían una onda más rockera y todo, pero que, claro, Juan (Campodónico) nos ayudó a poder llevar esta fuerza que tiene el vivo, al disco. Yo creo que Raro –que fue dos años después– recogió lo que había sido ese experimento que habíamos hecho con el disco del 2004.


-En 1996, con El tren bala se edita El día que Artigas se emborrachó; que generó denuncias del Ministerio de Educación y Cultura en Uruguay y hasta se prohibió la venta del disco a menores de 18 años. ¿Esa tensión producida por la polémica fue de cierta manera buscada o no lo tomaron con mucho humor?

-Mirá: para nosotros es una canción más, porque ya El Cuarteto había en sacado discos anteriores y que todo el mundo conocía, canciones que tocaban el tema de los símbolos patrios, de los héroes nacionales, etcétera, desde una visión distinta y más humorística.

Lo que pasó fue que se armó un lío bárbaro porque algunos políticos escucharon la canción –en realidad leyeron la letra de la canción, sin escuchar siquiera la canción– y ahí se armó un lío. Pasó por el poder político, se quiso censurar la canción, hacer un juicio, etcétera, etcétera. Por suerte al final no pasó nada, y hoy por hoy la canción –que es del ’98 por ahí– sigue estando presente en la lista de El Cuarteto; sobre todo acá en Uruguay, porque de repente afuera de la frontera la gente pierde muchos detalles de lo que habla, lo cual significa que la canción sigue viva más de 14 años después.

 

 


 
-Después de dos décadas tocando juntos, fue un hecho importante que Ricardo Musso se haya separado del grupo, según él porque "se antepusieron valores no artísticos". ¿Cómo quedó la relación entre la banda y Ricardo, después de "Bipolar"?

-Sí. Con Ricky, que aparte de ser de la banda es mi hermano, fuimos fundadores de El Cuarteto y tocando en el cuarteto toda la vida. Y, en realidad, lo raro era que la formación del cuarteto siguiera igual, veinticinco años después, ¿no? Lo normal era que ya alguno se hubiera distanciado. En este caso, pasó justo en el momento después de Raro, que fue que empezamos a salir de giras mucho tiempo, y eso también empiece a repercutir en el ánimo personal de acuerdo a tus sentimientos personales, a como vos sos como persona.

 

Con el Cuarteto también siempre fuimos todos gente muy respetuosa en cuanto a los sentimientos de los otros; y siempre respetamos esas decisiones, ¿no? Y Ricky, en un momento dijo que quería tomarse un tiempo, que no le estaba copando tanto salir afuera tanto tiempo, y eso fue en marzo del 2009. o sea que ya fue hace más de dos años que estamos con "Topo" Antuña en la guitarra y Santiago Marrero en los teclados.


-Bipolar sirvió también para darle una segunda oportunidad a Me amo (editado en 2001 en Cortamambo), y no tardó en convertirse en hit. ¿Cómo nació la reincorporación del tema a un nuevo disco? ¿Presentían que podía tocar la fibra popular?

 

-Mirá, nos pasó porque a partir del 2006, que estuvimos yendo a lugares por primera vez, como México, Venezuela, España, Colombia, además de las canciones de Raro –que todo el mundo ahí conocía– teníamos que tocar alguna anterior para que el show sea un poco mas largo (risas).

Y entre ellas estaba Me amo. Y veíamos que la gente –la mayoría la escuchaba por primera vez y otra poca la conocía– era la canción con la cual más se identificaban. Parecía como una canción que estuviera incluso en Raro, como que ya la conocía la gente. Y entonces cuando estuvimos viendo el repertorio de Bipolar, viendo que era un disco que tenía mucho rapeado y muchas canciones habladas digamos, no venía nada mal tener una balada como Me amo, que en realidad era inédita para afuera de Uruguay. Por suerte el experimento nos dio un buen resultado.


-Julieta Venegas se declaró fan de la banda y les hizo una nota para la Rolling Stone. ¿Cómo surgió ese acercamiento?

-Sí, Julieta, una divina… Fue también, igual que el título del disco, "raro" (Risas). Un día nos vino un mail de Julieta, fue como un mail de una fan más digamos, diciendo que estaba re copada con el disco, que hasta le encantaba. Ella en cada radio que iba a hacer una nota allá en México llevaba el disco de El Cuarteto. Por eso en Bipolar ponemos que Julieta es un poco la madrina en México, en ese sentido. Así que buenísima onda con ella.


-En este momento están grabando un nuevo disco, ¿qué nos podrías adelantar del concepto del sonido y de las canciones?

 

-A esta altura muy poquito, porque recién estamos empezando a seleccionar y empezando a ensayar algunas de las canciones. Hemos tenido muy pocos ensayos en realidad. Sí están compuestas la canciones, que como te contaba hoy, el tema de larga data… Generalmente yo me pongo a componer ya desde hace un año y medio, ponele, más o menos. A esta altura seleccionamos el material que hay por ahí, lo presentamos entre todos y después vamos viendo cuáles son las canciones que irían. Estamos recién en esa etapa. Ni siquiera sabemos cuáles son las que queden, ni el título del disco. Y la onda tampoco sabés… Yo siempre digo que me doy cuenta cómo es el disco una vez que lo escucho terminado. ¡Antes no tengo ni idea!

 


-En Paraguay tienen un público fiel que los sigue desde hace muchos años a través de Internet. ¿Qué podrías adelantar del concierto del sábado 18 en Asunción?

-Y bueno, que estamos con mil expectativas, por varias puntas. Una, es el hecho que siempre nos pone bastante ansiosos y expectantes, que es el de ir por primera vez a un público nuevo, que es lo que va a acontecer este sábado en Asunción. Es de los pocos países que nos quedaban por visitar. Entonces digo que es una cuota extra de adrenalina, que está buenísima porque sabemos que la experiencia de estar tocando por primera vez a gente que nos va a ver por primera vez es buenísimo. Porque a veces te tendés a desacostumbrar de eso. Sobre todo en Uruguay y en Argentina, que la gente nos vio muchas veces. Y el show, básicamente, es la suma de Raro y Bipolar, y más algunas canciones más viejas de El Cuarteto.

 

 

Enlance copiado
Content ...
Cargando ...