Felipe Nery Franco, una marca registrada del fútbol paraguayo

Quien lo haya visto sobre algún gramado de fútbol no lo olvidará jamás, es una marca registrada, de aquellos que no solo brillaron en los potreros, sino que dejaron una huella por siempre en el anecdotario de cada amante del fútbol.

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En España es "Nery", en Colombia el "Apóstol", pero en Paraguay sin dudas, y creo que usted coincidirá conmigo, es uno de los futbolistas con uno de los mejores sobrenombres (no copiados) dentro del folclore nacional. ¿De quién hablamos? Pues de Felipe Nery Franco, el "Cavernícola".

Tan impresionante fue la presencia de Franco en los campos del fútbol colombiano que es logo de uno de los programas más escuchados del la radio colombiana: "El Bestiario del Balón", conducido por tres periodistas cafeteros especializados en ese "Lado B" del balompié del país.

Y es que don Nery refleja todo lo contrario a lo que los chicos de hoy ven en un futbolista estrella. Lejos, pero muy lejos de los cabellos engominados, del rostro prolijamente afeitado y de la sonrisa de pasta dental, el "Cavernícola" era testosterona pura, era un goleador potente, con mucha presencia y personalidad sobre el campo de juego y, claro, iba a todas como si fuera la última pelota del partido. Un motor de ocho cilindros.

Su carrera fue dilatada, sumando casi veinte años de fútbol; literalmente las canchas lo dejaron a él a los 39 años, jugando aún en España. Luego comenzó la carrera como entrenador, pero vamos paso a paso.

Franco debutó como futbolista en 1977 con 18 años en el club Cordillerano de Itacurubí, donde jugó hasta 1979. En 1980 pasa al Independiente de Campo Grande, donde jugó un año en la categoría Intermedia y ascendió a Primera siendo goleador del torneo con 15 goles. Eso le valió el pase a Cerro Porteño.

Con Cerro Porteño jugó dos temporadas, hasta 1982, año en el cual es prestado al Elche de España, equipo que finalmente compró su pase y donde jugó hasta 1986. Un año después pasó al Cartagena, también de España, equipo de segunda división con el cual disputó una temporada.

Desde finales de 1987 hasta 1989 jugó en el fútbol colombiano, primeramente en el Unión Magdalena de la ciudad de Santa Marta, por dos temporadas, y luego en el Cúcuta Deportivo.

En 1990 toca el cielo: ficha por Olimpia, gana la Copa Libertadores, la Recopa y viaja a Japón para la final de la Copa Intercontinental ante el Milán. No jugó pero estuvo en el banco franjeado ante las 60.000 personas que llenaron el estadio nacional de Tokio. Todo eso en 15 meses.

 

Luego volvió a España, donde jugó hasta mediados de 1992 en el Salamanca. Libertad lo compra en 1992 y llega a la final del campeonato paraguayo, pero la pierde ante Cerro Porteño. Ahora, adivine, ¿quién fue el artillero del torneo? Pues el "Cavernícola".

En el final de su carrera jugó en varios clubes: en Guaraní, en 1993; luego, literalmente, en 1994 jugó en tres equipos: arrancó en Cerro Porteño (enero-mayo), luego fue a Humaitá (mayo-julio) y terminó en Libertad (agosto-noviembre), equipo con el cual se salva del descenso.

Cuando parecía que se bajaba la cortina para el "Cavernícola", fue a jugar a Ecuador en 1995 en el Técnico Universitario de Ambato y cerró su carrera con 39 años en la segunda división española, en el Club Deportivo Dénia.

Cuando el cuerpo le dijo basta, el mítico Cayetano Ré lo impulsó a convertirse en entrenador. Franco le hace caso y se gradúa en 1999 como DT profesional. ¿Qué equipos dirigió? Muchísimos, claro; ninguno de élite, pero bueno, vamos, tiene su mérito.

Como orientador estuvo al frente de Sportivo San José de San José de los Arroyos, la Liga Sanjosiana, el Nacional de Atyrá, Olimpia de Itauguá, Martín Ledesma de Capiatá y las inferiores de varios equipos de primera. En el 2007, lo invitó el Elche a dirigir las inferiores del equipo español. No se pudo, ya verán por qué.

ABC Digital se contactó con Franco, quien amablemente accedió a desgranar varias vivencias de sus años como romperredes del fútbol profesional.

INDEPENDIENTE

"Siempre voy a estar agradecido con Independiente, gracias a estar en el ese club pude ir a Cerro, Cordillerano me prestó, metí 15 goles y fuimos campeones, subimos a primera".

EL PASE A CERRO PORTEÑO

 

El señor Blas Zapag decidió hacer la inversión y pagó lo que pedía mi club; le estoy agradecido.

Fíjate (los años en España lo marcaron) lo que era y hasta ahora, Cerro Porteño, un club grande donde uno tenía que demostrar cada día algo para estar en el equipo, me recibieron muy bien, Cerro tenía un gran equipo: estaban Aldo Florentín, el "Gato" Fernández, Juvencio Osorio, Mario Fernández, Acosta, Julio dos Santos, que creo es el papá del actual Dos Santos, Rivas Chena, Darío Figueredo. Bueno, me salieron bien las cosas, eso sirvió para mi transferencia al Elche".


ESPAÑA

"Me llevó el Elche, mediante el empresario Víctor Franco, quien fue la persona que me llevó a España. Cuando llegué al Elche estaba en segunda, en el primer año no pudimos subir, pero en el segundo la dirigencia armó un buen plantel y logramos el ascenso. Jugué dos torneos con el Elche en primera división, fue algo impresionante.

El primer año me fui a prueba y marqué goles y goles, todo me salía bien, marqué 18 goles y fui goleador del torneo de segunda división, entonces el Elche compró mi pase de Cerro, luego jugamos en primera.

Lo que me pasó entonces, algo que puedo compartir, lindo, fue que en el Zaragoza jugaban Zayas y Vicente Raúl Amarilla, en un partido me marcó él y me decía en guaraní (risas) 'anina redipara iterei'. Siempre que nos cruzábamos con algún compatriota hablábamos en guaraní, después de terminar el partido siempre a uno le tocaba hablar un rato, algo valioso, momentos muy importantes para mí, difíciles de olvidar".

GOLES SON AMORES

Al ser abordado sobre alguno de los tantos que marcó, don Franco no se achicó e indicó: "Bueno, en primera división fue más difícil, no he marcado muchos goles, había grandes equipos: Barcelona, Real Madrid, Atlético de Madrid, Zaragoza. Lo que no me voy a olvidar es cuando marqué cinco goles en un partido (livianito) y que ganamos 7-0 (la víctima, el Córdoba FC), son historias que quedan. Cuando voy a España siempre voy a Elche y la gente me para, se acuerda como si fuera ayer, se acuerda de aquello, fue en nuestra cancha recuerdo, fue insólito.


Cuando debuté marqué dos goles, luego otro (1-1 ante Mallorca) y ante Deportivo La Coruña otros dos (fue 3-0), en tres partidos marqué cinco goles, tenía a la gente del Elche en mi bolsillo, la gente me pedía autógrafos, me preguntaba cosas, me invitaba a lugares, era impresionante. Hace poco estuve por allí y la gente no se olvida. Luego pasé al Cartagena, un equipo ubicado a 100 kilómetros de Elche, estuve ahí hasta el '86".

FÚTBOL COLOMBIANO

"Vine a Paraguay como para jugar por Cerro, pero mi representante me dijo que había una oferta por un año en el Colombia. Me fui y quedé tres temporadas, dos en Unión Magdalena y otra en Cúcuta; había muchos paraguayos y excelentes jugadores: Amado Nunes, el "Pibe" Valderrama, Alfredo Mendoza, Arabena (el cañonero chileno), jugué contra Higuita, el finado Pablo Escobar, gente importante, Leonel Álvarez, Gareca (DT de Vélez), Juan Manuel Battaglia, Roberto Cabañas, el "Mono" González, todos fenomenales.

Goles al América de Cali

Cuando estaba en Cúcuta, recibimos al América, ellos nos estaban ganando 3-0 a los 35 del primer tiempo, le hicimos el 3-1 a los 41’, luego en el segundo tiempo empezamos a jugar, a los 35 del segundo tiempo ganábamos 4-3, fue una victoria inolvidable para la gente del Cúcuta, ese día le marqué dos goles al América, un equipo que venía de ganar seis campeonatos seguidos, con finales de la Copa Libertadores.

OLIMPIA Y LA GLORIA

Como pocos, Felipe Nery Franco confiesa que vio la final de la Copa Libertadores de 1988 por TV, en la que Peñarol gana la Copa, derrotando al América de Cali. Dos años después, con Olimpia, Franco se consagra campeón de América.

"Lo que es la vida y el fútbol, luego volví a Paraguay, al Olimpia, jugamos la final con el Barcelona y la ganamos, fue fenomenal, en esa época jugar una Copa Libertadores no era fácil, los equipos se preparan, llegar a la final y ganar, pero Olimpia tenía buenos jugadores, paraguayos, que luchábamos, que mordíamos, cuando uno salía otro lo reemplazaba y no se notaba.

Lo bueno es tener muchos jugadores buenos, pero tener más porque el titular va a decir no me aprietan, si uno fallaba, otro entraba. Es un orgullo como jugador, para eso se trabajó para llegar a algo importante. Que la gente comente 'mi padre o mi hermano ganó esto' enorgullece.

SELECCIÓN  NACIONAL

Cuando estaba en el '93 en Guaraní me convocó Sergio Markarián, jugué varios amistosos de cara a la Copa América (de Ecuador), jugué poco, una semana antes me lesioné y no pude ir, quedé afuera. Contra Bolivia marqué el 1-0 en el último amistoso, luego ya no fui convocado, pero ya tenía 35 años.

CAVERNÍCOLA

No podíamos culminar la entrevista sin preguntarle a don Nery quién le puso el llamativo apodo. "Cuando yo vine de Colombia, en el '90, a Olimpia, tenía el pelo bien largo, jugamos en cancha de Colegiales, un compañero me dijo: 'Julio González te puso 'Cavernícola' y la gente me sigue llamando así. ¿Cómo estás, Cavernícola? Y les digo 'bien, bien', no me cae mal. Incluso en mi familia, la gente a donde voy me conocen, no me molesta. En España me conocen como Nery, en Colombia me llamaban 'Pistolero', el 'Apóstol'".

Actualmente, Felipe Nery Franco se dedica a entrenar y a asesorar equipos del interior, destacando que de vez en cuando, cuando encuentra algún talento juvenil, lo lleva a España. En el 2007 lo invitó Elche para dirigir a las inferiores, pero el título de entrenador de Paraguay no era convalidado en el país europeo, por lo cual tuvo que venirse de nuevo. Una pena.

Espero hayan disfrutado de este reencuentro con uno de los personajes más pintorescos del fútbol paraguayo. No finalizamos sin antes regalar un par de goles del "Cavernícola", dos en este caso, con la casaca del Unión Magdalena.

 

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