Ayer, nuevamente aparecieron dos camiones de la Essap para solucionar la pérdida de agua servida en el barrio Republicano de Asunción. Felices estábamos los vecinos porque por fin pudimos dar con el problema y solucionarlo. Lástima que la felicidad duro muy poco, ya que a los 15 minutos de retirarse los operarios volvió a colapsar la cloaca.

Y, como se veía venir, recibimos al Niño Jesús con olor poco agradable. Ni siquiera la cena familiar pudimos disfrutar gracias a este problema y ahora recibiremos al año nuevo con el mismo panorama. Impotencia siento como ciudadana.

Cynthia Rodríguez