El reclamo está pendiente desde el 28 de febrero y se insiste diariamente -vía llamadas telefónicas y web- pidiendo la urgente reparación y solución del problema.
En este tiempo se deben haber perdido miles de litros de agua potable, pero a nadie en esa institución pública parece importarle o simplemente no tienen capacidad de reacción.
Francisco Ramírez Vouga
