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Según fuentes judiciales, Claudia Pizarro, quien además posee un cáncer al útero, presentó un recurso de protección en los tribunales por estimar que su embarazo es inviable, lo que también le ha impedido tratarse su enfermedad.
"Yo no estoy pidiendo que a mi hija la maten. Mi hija va a morir cuando nazca. Yo esto pidiendo por mi vida, por tratar de hacerme un tratamiento lo antes posible", declaró a Efe esta mujer, que tiene más de ocho meses de gestación y un hijo de once años.
Si los tribunales de justicia aceptan el recurso de protección, la intención de Claudia es poder donar los órganos de su bebé "para que pueda ayudar a otros niños que sí tienen opciones de vivir", acotó a los periodistas.
Chile es uno de los pocos Estados del mundo que prohíbe este tipo de aborto, junto a otros como Nicaragua, El Salvador, Malta y el Vaticano.
En tanto, el presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Ezzati, declaró este jueves que no tiene miedo a dialogar, en alusión a que la Iglesia católica se opone a este tipo de prácticas.
"El Estado debe poner al servicio de las personas el derecho fundamental de la vida concebida", subrayó Ezzati, quien también es el arzobispo electo de Santiago.
Además, agregó que le parece importante que se establezca un diálogo profundo en este tema "un diálogo que nazca de razones y no sólo de la piel, y que ayude a asentar estos problemas con profundidad y no de manera superficial para obtener aplausos de parte de un grupo de personas".
En Chile el aborto terapéutico, prohibido desde 1989, ha vuelto a saltar al debate con la presentación de dos proyectos de ley que buscan despenalizar esta realidad.
"Yo no estoy pidiendo que a mi hija la maten. Mi hija va a morir cuando nazca. Yo esto pidiendo por mi vida, por tratar de hacerme un tratamiento lo antes posible", declaró a Efe esta mujer, que tiene más de ocho meses de gestación y un hijo de once años.
Si los tribunales de justicia aceptan el recurso de protección, la intención de Claudia es poder donar los órganos de su bebé "para que pueda ayudar a otros niños que sí tienen opciones de vivir", acotó a los periodistas.
Chile es uno de los pocos Estados del mundo que prohíbe este tipo de aborto, junto a otros como Nicaragua, El Salvador, Malta y el Vaticano.
En tanto, el presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Ezzati, declaró este jueves que no tiene miedo a dialogar, en alusión a que la Iglesia católica se opone a este tipo de prácticas.
"El Estado debe poner al servicio de las personas el derecho fundamental de la vida concebida", subrayó Ezzati, quien también es el arzobispo electo de Santiago.
Además, agregó que le parece importante que se establezca un diálogo profundo en este tema "un diálogo que nazca de razones y no sólo de la piel, y que ayude a asentar estos problemas con profundidad y no de manera superficial para obtener aplausos de parte de un grupo de personas".
En Chile el aborto terapéutico, prohibido desde 1989, ha vuelto a saltar al debate con la presentación de dos proyectos de ley que buscan despenalizar esta realidad.