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"Durante el trayecto me acompañaron lanchas, botes, buques de la armada, un médico y 2 nadadores durante el día y 2 durante la noche. Recuerdo que tenía 65 kilos y querían que suba 15 porque pensaban que iba a bajar muchos kilos, pero solo subí hasta 72 y con el mismo peso llegué, además con las mismas pulsaciones y presión", siguió María Digna Escurra de Ortellado.
"Llegué bien a Itá Enramada y podía seguir inclusive, pero mi futuro esposo -Hilario Ortellado- tenía miedo de que me pasara algo, pues yo le había batido el récord a una norteamericana que nadó 80 horas -45 minutos menos- y la habían sacado en coma y a los 3 días falleció. Es por eso que salí, pero sin problemas físicos, durante el trayecto no podía tocar nada y comía de todo, milanesas y hasta soyo aguado", dijo sonriendo quien el próximo 20 de agosto cumplirá 76 años, toda una gloria del deporte paraguayo.