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Su nombre, hasta ahora desconocido, de seguro pasará a engrosar la galería de famosos, por hazañas casi inéditas. Se llama Nicolás Peric y su saque, después de haber recogido la pelota, picó en el área grande y se introdujo en la meta del Bolívar, en La Paz, a los 26 del segundo tiempo. Fue el último gol de un partido que los locales ganaron 4-2.
No se quién habrá sido el primero que anotó un gol de esas características, pero hace 52 años, en la cancha de Nacional, Adolfo Riquelme, el legendario arquero de Nacional, lo consiguió, en los últimos minutos de un partido contra Libertad, jugado en cancha de nacional, una tormentosa tarde de fútbol, en el añejo escenario de la Academia.
El célebre arquero, campeón de Lima, recuerda aquella jugada: "Fue un partido vibrante y emotivo, que empatábamos 2-2 con Libertad, que entonces ya tenía casi todos los jugadores que lo hicieron famoso en 1955. El único ausente, esa tarde, fue Marcelino Vargas, uno de los mejores arqueros paraguayos de la historia, lesionado. Lo sustituyó un muchacho que se llamaba Troche y que jugaba en la 4ª Especial".
"Yo tenía la costumbre de sacar fuerte y recuerdo bien aquella tarde, pues de pronto cayó un fuerte ventarrón del Norte, donde estaba mi arco. Yo recibí la pelota y salí hasta el borde del área y chuté alto y fuerte. Troche estaba parado más o menos a la altura del punto penal y en vez de salir al encuentro de la pelota, la esperó. Le picó en frente y fueron a buscarla mi compañero, Andrada (que era "fobal centro") y el arquero de Libertad. Ninguno alcanzó la pelota que se metió en el arco, y con ese tanto conseguimos la victoria".
Esa derrota le costó caro a Libertad, que además perdió otro encuentro más, en la recta final del torneo, y fue desplazado por Presidente Hayes, que fue campeón.
El otro gol que me vino a la memoria en estos días fue el que le hizo Diogo a Bobadilla, en el infartante encuentro entre Cerro y Peñarol. Ocurrió en los 70, cuando Odilio Monges pasó de Gral. Caballero a Guaraní, y se "consagró" la tarde que tiró un centro parecido al de Diogo, con la misma fortuna. Fue victoria aborigen, Cerro quedó desplazado del primer lugar y Monges, al ser entrevistado por Carlos Areco, dijo, entre otras cosas: "Vi al arquero adelantado y le metí en la esquina que dejó libre", para explicar cómo un centro como el que tiró Diogo -sin querer, queriendo- se convirtió en un gol para el recuerdo.
No se quién habrá sido el primero que anotó un gol de esas características, pero hace 52 años, en la cancha de Nacional, Adolfo Riquelme, el legendario arquero de Nacional, lo consiguió, en los últimos minutos de un partido contra Libertad, jugado en cancha de nacional, una tormentosa tarde de fútbol, en el añejo escenario de la Academia.
El célebre arquero, campeón de Lima, recuerda aquella jugada: "Fue un partido vibrante y emotivo, que empatábamos 2-2 con Libertad, que entonces ya tenía casi todos los jugadores que lo hicieron famoso en 1955. El único ausente, esa tarde, fue Marcelino Vargas, uno de los mejores arqueros paraguayos de la historia, lesionado. Lo sustituyó un muchacho que se llamaba Troche y que jugaba en la 4ª Especial".
"Yo tenía la costumbre de sacar fuerte y recuerdo bien aquella tarde, pues de pronto cayó un fuerte ventarrón del Norte, donde estaba mi arco. Yo recibí la pelota y salí hasta el borde del área y chuté alto y fuerte. Troche estaba parado más o menos a la altura del punto penal y en vez de salir al encuentro de la pelota, la esperó. Le picó en frente y fueron a buscarla mi compañero, Andrada (que era "fobal centro") y el arquero de Libertad. Ninguno alcanzó la pelota que se metió en el arco, y con ese tanto conseguimos la victoria".
Esa derrota le costó caro a Libertad, que además perdió otro encuentro más, en la recta final del torneo, y fue desplazado por Presidente Hayes, que fue campeón.
El otro gol que me vino a la memoria en estos días fue el que le hizo Diogo a Bobadilla, en el infartante encuentro entre Cerro y Peñarol. Ocurrió en los 70, cuando Odilio Monges pasó de Gral. Caballero a Guaraní, y se "consagró" la tarde que tiró un centro parecido al de Diogo, con la misma fortuna. Fue victoria aborigen, Cerro quedó desplazado del primer lugar y Monges, al ser entrevistado por Carlos Areco, dijo, entre otras cosas: "Vi al arquero adelantado y le metí en la esquina que dejó libre", para explicar cómo un centro como el que tiró Diogo -sin querer, queriendo- se convirtió en un gol para el recuerdo.