Kidd, diez veces All-Star durante su carrera, es el segundo máximo asistente de la historia de la NBA y ocupa el tercer lugar en la parcela de robos. Además, logró un anillo de campeón en 2011 con Dallas Mavericks y se colgó el oro olímpico en Sídney-2000 y Pekín-2008. Por su parte, el canadiense Steve Nash logró el premio al Jugador Más Valioso en 2005 y 2006.
Nash también es el tercer mejor pasador de la NBA, fue ocho veces All-Star y, aunque nunca ganó el anillo, dirigió a unos Phoenix Suns que se quedaron en las retinas de todos por su estilo de juego rápido y moderno. Aquellos Suns, entrenados por Mike D’Antoni, fueron los precursores de lo que es hoy la liga, con un juego veloz basado en los lanzamientos de tres puntos.
Junto a Kidd y Nash también ingresaron en el Hall of Fame Grant Hill y Ray Allen. Hill jugó de 1994 a 2013, sobre todo en Detroit, mientras Allen es el mejor lanzador de triples de la historia de la liga y ganó dos anillos, uno con Boston en 2008 y otro con Miami en 2013.
