Extensión de paternidad en un encuentro atípico

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Un nuevo clásico se pintó de azulgrana y fue de manera nada convencional. Cerro comenzó bien y marcó, pero luego fue superado por Olimpia, que empató y cuando podía sacar ventaja de su mejor fútbol, dos actos irresponsables abrieron las puertas al triunfo cerrista. Las fiestas que proporcionan el clásico son únicas. Unas veinte mil personas presentes para ver un partido en el que no se definía nada que no tuviera que ver con el orgullo y la historia de este duelo. Pero este partido no fue uno más, al menos de regular tuvo muy poco. Mientras se jugó fútbol en condiciones paritarias, que no fue por más de media hora, el marcador estaba igualado, aunque Olimpia había hecho mucho mejor las cosas que su rival.