Rostros apesadumbrados y lágrimas en los ojos de mucha gente que conoció al astro paraguayo marcaron la despedida de Roberto Cabañas. Durante estas jornadas tristes solamente se escucharon elogios, que pasaban por su calidad futbolística y, especialmente, la solidaridad y su calidad humana.
Entre las coronas enviadas se destacaron las del presidente de la República, de la presidencia del club Boca Junior y de la Mutual de Jugadores del club más popular de la Argentina. Igualmente, la del club Cerro Porteño y del ministro de la Secretaría Nacional de Deportes, Víctor Pecci.
La misa de cuerpo presente fue oficiada en la Basílica Nuestra Señora del Pilar; luego, los restos del afamado jugador fueron llevados hasta la sede de la Municipalidad, donde recibió un homenaje por parte de las autoridades locales, ocasión en que fueron entregadas las resoluciones que ordenan el cambio de nombre de la calle Colón, que en adelante se denominará Roberto Cabañas. Igualmente, el Polideportivo Municipal lucirá el nombre del consagrado deportista pilarense.
Los homenajes previos a la inhumación de sus restos continuaron en el estadio del club Capitán Bado, donde los directivos, jugadores y simpatizantes de esta institución cuyas graderías llevan su nombre recordaron con emoción sus inicios y los mejores momentos de la trayectoria del fantástico delantero del albinegro de Pilar. Ya en el cementerio, el gobernador Carlos Silva elogió las virtudes del futbolista, al que calificó de embajador por el mundo.
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El capitán de la selección paraguaya campeona de la Copa América 1979, Aldo Florentín, expresó su pena por la ausencia total de los dirigentes del fútbol capitalino. Dijo que esto le causa profundo dolor, considerando que “Roberto dio mucho al fútbol paraguayo, a la selección paraguaya, al club Cerro Porteño. Es doloroso que en este homenaje los directivos brillen por su ausencia”, subrayó. Manifestó, además, que Pilar se debe sentir orgullosa de contar con un jugador tan extraordinario como lo fue Roberto Cabañas.
Daniel y Roberto Cabañas, hijos del extraordinario jugador, expresaron su gratitud por las muestras de cariño de los vecinos de esta ciudad. Su hija Carolina dijo que con la muerte de Cabañas “se va una persona generosa, un hombre de Dios, que amaba a sus hijos, a sus hermanos, a sus padres y a sus amigos”.
La multitud presente en el camposanto despidió al “Mago de Pilar” vitoreando su nombre.
