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Noche de infarto, de agonía, de incertidumbre y de emociones. El PSG tenía media clasificación hacia los cuartos de final, pero la serie contaba aún con 90 minutos. En el Parque de los Príncipes, el local, con la ventaja del 2-0, trató de asegurar el boleto a la siguiente ronda, pero el Manchester United dejó en claro desde el primer instante que la remontada podía darse. Y a los 2', Romelu Lukaku abrió el marcador para encaminar el sueño del triunfo.
Pero este anhelo tuvo un percance para el United de Solskjær. Los parisinos no sintieron el tanto y buscaron con un hambre voraz el empate: a los 12 minutos, Juan Bernat estableció el 1-1. Cuando parecía estar controlado el juego, Buffon cometió un error y permitió al visitante el segundo tanto. A los 30', Lukaku aprovechó la oportunidad y marcó el 2-1. Sin la posibilidad para los penales, los Diablo Rojos hicieron de París su infierno. Cada insistencia no tenía un final eficaz hasta que apareció el VAR.
El vídeoarbitraje marcó una mano de Presnel Kimpembe en el área del PSG y el juez esloveno Damir Skominac revisió las imágenes para determinar la pena máxima cuando el cronómetro superaba el tiempo reglamentario. Sin temor a nada, Marcus Rashford ejecutó el tiro con fuerza y definió para el 3-1 a los 94'. Fue el gol de la clasificación, de la remontada y de la agónico pase a los cuartos de final de la Liga de Campeones. Por su parte, el PSG, otra vez, quedará lejos del título internacional.