En un momento en que el Real Madrid, falto de acierto, necesita de sus goles, el delantero se perdió “por precaución” el desplazamiento a Moscú en la Liga de Campeones la pasada semana (derrota 1-0), y después se retiró lesionado en el minuto 80 contra el Alavés cuando el Real Madrid apretaba para ganar (derrota 1-0).
Dos problemas físicos que no ayudan a borrar su imagen de jugador frágil... y que no le han impedido tomar el avión para unirse esta semana a la selección galesa en lugar de quedarse en Madrid.
Según el rotativo español Marca, el galés, de 29 años, debería quedarse fuera en el partido amistoso contra la Roja el jueves, para jugar luego el encuentro de la Liga de Naciones contra Irlanda el martes próximo en Dublín. Esta posible ausencia ante España simboliza el malestar que rodea al extremo, que parece no haber logrado adaptarse realmente a su país de acogida... al punto de haber contemplado irse en mayo pasado.
Dominio limitado del español
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“Necesito jugar cada semana”, se quejó entonces Bale, tras su soberbia chilena en la final de la Liga de Campeones contra el Liverpool (3-1). Tras la salida de Zinedine Zidane, con el que la relación era más bien fría, Bale se quedó en Madrid para suceder a Cristiano Ronaldo a la cabeza del ataque merengue, bajó las órdenes del nuevo entrenador, Julen Lopetegui.
Pero, sigue cuestionándose su escasa integración en la cultura española, como el hecho de que en enero pasado reconociera que prefiere ver golf en televisión que ver partidos de futuros adversarios del Real Madrid. O también es posible que su limitado dominio del español, haya complicado sus relaciones con sus compañeros y con Zidane. “En español, puedo hablar pero tal vez no lo suficiente como para abordar todos los detalles que necesito con ellos”, reconoció Bale en una reciente entrevista con el Daily Mail.
A pesar de sus goles determinantes en partidos claves, a los aficionados les cuesta aguantar la incapacidad del jugador para soportar el dolor: cuando otros aprietan los dientes, el galés prefiere bajar el ritmo a la mínima señal de alerta. “Lo malo es que con frecuencia le duele algo”, resumió la pasada semana en un editorial Alfredo Relaño, director del rotativo deportivo AS.
Antes de ser líder incontestable del Real Madrid como lo era Cristiano, Bale todavía tiene que despejar algunas incógnitas... Y si no es el jueves contra España tendrá que ser con el Real Madrid después del parón de selecciones.
