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El público del estadio El Teninente de Rancagua -a unos 80 kilómetros de Santiago- fue testigo de un magro arranque de los locales, que dirigidos por Héctor Robles sufrieron para controlar el balón y herir al rival.
Enfrente, Bolivia calentó motores rápido aprovechando la pasividad de sus vecinos. Un error en la salida chilena favoreció un rápido avance verde que Ramiro Vaca aprovechó anotando con un tiro cruzado la apertura del marcador.
Los chilenos, capitaneados por el volante del Necaxa mexicano Marcelo Allende sintieron el golpe, deambularon por el campo sin ideas y cuando tuvieron algún acercamiento se encontraron con el guardameta boliviano Jairo Cuellar.
Con un inesperado 1-0 a favor los hombres del ecuatoriano Sixto Vizuete saltaron a jugar el complemento y sin complejos mantuvieron sus ambiciones de ataque. Pese a la falta de precisión, los chilenos lograron salir del infierno gracias a la anotación de cabeza de Lucas Alarcón, que aprovechó un descuido defensivo para marcar la igualdad.
En los minutos finales de un partido áspero y cargado de interrupciones, Bolivia cerró los caminos del gol al local que en ningún momento del choque mostró argumentos válidos para ganar en el debut ante su gente.