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En un partido vibrante y emotivo hasta el último segundo, y en el que abundaron las acciones polémicas, River se sobrepuso a dos momentos de desventaja y se dio el gusto de conseguir por primera vez la Copa Argentina, uno de los pocos trofeos que faltaban en sus vitrinas.
Pero, sobre todo, River consiguió renovar la ilusión internacional y se quedó con el último boleto por Argentina para la próxima Copa Libertadores junto con Lanús, San Lorenzo, Estudiantes, Godoy Cruz y Atlético Tucumán, que ya habían asegurado sus plazas por el campeonato de primera división.
Con el arbitraje de Patricio Loustau, ante más de 55.000 espectadores y sobre un terreno de juego en pésimo estado, River se impuso con una tarea espectacular de Lucas Alario, autor de tres tantos (10 y 39, ambos de penal, y 71) , mientras que el uruguayo Iván Alonso (74) estableció el 4-3 definitivo para el elenco dirigido por Marcelo Gallardo.
De su lado, Damián Musto (25) y Marco Ruben (29 y 63) convirtieron los goles de Central, que terminó el partido con diez jugadores por la expulsión del propio Marco Ruben (83), que vio la tarjeta roja directa por un codazo sobre Lucas Martínez Quarta.
En River, el entrenador Marcelo Gallardo decidió excluir de la formación al ecuatoriano Arturo Mina por los bajos desempeños en sus últimas actuaciones, mientras que el veterano Alonso, de 37 años, fue determinante al entrar en la segunda mitad, como autor del cuarto tanto y partícipe en la jugada del tercero.
Mientras River se redimió de la derrota sufrida en el superclásico del domingo pasado frente a Boca (2-4) , Central volvió a sufrir una nueva frustración en la Copa Argentina, certamen que se le negó por tercer año consecutivo, ya que en 2014 había perdido la final contra Huracán, y en 2015 también cayó en el encuentro decisivo frente a Boca.