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Los hechos ocurrieron en enero de 2013 en la localidad de San Lorenzo (Gran Asunción), durante un enfrentamiento entre hinchas del club Olimpia y del club Cerro Porteño, tradicionales rivales de la liga paraguaya, según un comunicado de la Fiscalía paraguaya.
En el enfrentamiento falleció un hombre y resultaron detenidos el hoy condenado, dueño de una bodega cercana al lugar de los hechos y considerado líder de uno de los grupos de atacantes, y otras dos personas, entonces adolescentes, que fueron juzgadas en un procedimiento separado por tratarse de menores de edad.
Peleas entre barras bravas, agresiones a la Policía, ataques a vehículos de pasajeros y tenencia de armas blancas son algunas de las constantes que acompañan el exterior de los estadios paraguayos antes y después de cada partido, y cuyos autores son principalmente jóvenes aficionados.
La violencia entre las hinchadas de Paraguay, que a fines de febrero ocasionó la muerte de un joven a causa de un disparo, debe ser erradicada atajando con la ley otros hechos violentos menos graves, pero que se producen habitualmente entre las barras bravas, dijo recientemente a Efe el fiscal Blas Imas.
Por su parte, los representantes de los clubes Olimpia, Marco Trovato, y Cerro Porteño, Juan José Zapag, pidieron esta semana un partido en paz y sin hechos de violencia, en previsión del encuentro que se disputará este domingo entre ambos clubes, conocido como el clásico de la liga paraguaya.
Para vigilar la seguridad y prevenir hechos de violencia alrededor de este encuentro, se encuentran movilizados además personal del Ministerio Público, la Policía Nacional, los Bomberos Voluntarios, la Policía Municipal de Tránsito y representantes de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF).