Cuando Ney hizo un poco de Leo

Empezó la Liga como un tiro. Incluso parecía que pelearía por el 'pichichi' con el madridista Cristiano Ronaldo y su compañero en el Barcelona Luis Suárez, tras su exhibición en el primer tercio del campeonato.

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Y es que el brasileño Neymar da Silva (Mogi das Cruzes, Sao Paulo, 5 de febrero de 1992), ha protagonizado, de largo, el mejor arranque de temporada de las tres que ha completado con el conjunto azulgrana.

De sus 24 goles en Liga, 13 fueron en las 13 primeras jornadas. Y partir de la séptima, se echó además el equipo a la espalda cuando una lesión de rodilla dejó en la picota a la gran estrella del Barça, el argentino Leo Messi.

Durante ocho semanas, Ney hizo de Leo, desequilibrando partidos desde la izquierda. Su velocidad, desborde y olfato para ver puerta fueron agua bendita en la travesía en el desierto que se suponía que sería para los de Luis Enrique los partidos sin el 'crack' de Rosario.

Sus exhibiciones ante el Rayo, al que endosó un póquer de goles o su doblete contra el Villarreal, también en el Camp Nou, parecían confirmar a Neymar como el heredero de D10S. Pero con la llegada del nuevo año su rendimiento empezó a decaer.

Messi ya estaba de vuelta y el equipo seguía lanzado en busca del récord de imbatibilidad, que finalmente se quedó en 39 partidos tras la derrota ante el Real Madrid. Sin embargo, las noticias sobre Ney ya no se generaban dentro del campo, sino fuera de él.

A principios de año, el fisco brasileño le condenaba por evasión y fraude fiscal. Y en marzo llegaría un polémico viaje relámpago a Brasil para asistir al vigésimo cumpleaños de su hermana aprovechando que no podía jugar en Eibar, al estar sancionado.

Una semana después, el Barça empataría con el Villarreal y la jornada siguiente iniciaría una racha de tres derrotas consecutivas (Real Madrid, Real Sociedad y Valencia) que pondrían en peligro la Liga.

El rendimiento de Neymar empezó a ser cuestionado, pero lo cierto es que él solo estuvo en la línea del resto del equipo. Aun así, el brasileño ha sido siempre indiscutible para Luis Enrique, que lo ha puesto de titular en los 34 partidos de Liga que ha jugado.

En realidad, durante su pequeño bache, Neymar fue víctima de la enorme exigencia que ya se cierne sobre el '11' azulgrana. Es lo que tiene haber demostrado con creces que él solo puede decidir un partido cuando se encuentra en estado de gracia.

Al final, el brasileño ha acabado enderezando el rumbo como el resto de sus compañeros para proclamarse campeón de Liga, tras completar el curso con 24 goles y 13 asistencias, en el torneo.

Estadísticamente, los otros dos miembros de la MSN presentan una mejor hoja de servicios que él (Luis Suárez, 40 goles y 15 asistencias; Messi, 26 goles y 15 asistencias), pero nadie olvida que, cuando más frágil se sentía el Barça, Ney acudió al rescate disfrazado de Leo.

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