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Tacuary volvía a participar de una copa internacional luego de un buen tiempo y tenía intención de dejar los puntos en casa ante Cobreloa.
El equipo chileno arrancó mejor, presionando a un Tacuary que intentaba generar alguna jugada ofensiva, pero se le complicaba de momentos.
Con el correr de los minutos, el equipo local supo frenar el ataque del equipo naranja para comenzar a presionar, generando llegadas de riesgo.
Luego de algunos minutos de sucesivas llegadas que le dieron emoción al encuentro, el nivel de juego fue decayendo, encontrando un partido hasta aburrido por momentos.
La primera etapa llegó a su finalización sin la emoción del gol.
En la complementaria las emociones se hicieron esperar, apareciendo de momentos alguna esporádica chispa de buen fútbol que ponía en aprietos a ambas zonas defensivas, pero el grito de gol no se daba entre los aficionados.
Cuando faltaban 12 minutos para escuchar el pitazo final, Patricio Troncoso miró al arco y con un zapatazo envió el balón a descansar entre las redes del arco de Tacuary ante el vano esfuerzo de Servín que nada pudo hacer para evitar la caída de su valla. El gol, una obra de arte que parecía de otro partido.
Con la intención de conseguir siquiera el empate, Francisco Ocampo realizó varios cambios en los últimos minutos, pero fueron en vano porque el final ya estaba cantado.
Tacuary tuvo el peor inicio posible en la Copa Sudamericana cediendo una derrota, ahora le toca definir en tierras chilenas. Una misión difícil, pero no imposible.