En Luqueño persiste el mal ambiente

Sportivo Luqueño atraviesa por una profunda crisis. Mientras el oficialismo y la oposición se llaman a una tregua para intentar salvar al equipo de su caída a la Intermedia, el periodismo local y la afición perciben un panorama desalentador.

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El Comité Ejecutivo auriazul, presidido por Walter Benítez Ferreira, se mostró abierto a un diálogo con los miembros de la fórmula opositora República de Luque para llegar a un entendimiento, al menos para lo que resta del año.

La reunión fue hecha y existe un acuerdo para intentar pacificar las cosas y así cooperar con el plantel, que tiene que hacer lo suyo, es decir, elevar su rendimiento. Sin embargo, el periodismo es pesimista y crítico.

“Tenemos un técnico clase C (Javier Sanguinetti); no jugamos a nada. Estamos yendo a pasos agigantados al descenso”, expresó el comunicador Lauro Amado Romero en su audición por Azul y Oro FM, al punto de informar que los miembros de la barra realizaron pintatas en los murales del club contra el presidente, quien ante un posible escrache luego de la derrota del viernes contra a Sol de América por 1-0, solicitó resguardo policial frente a su domicilio.

La afición solicita que los partidos como “local” sean programados en Luque o alrededores, con la fijación de precios de entradas populares, teniendo en cuenta que el estadio Feliciano Cáceres se encuentra inhabilitado por fallas estructurales en todos los sectores, no solamente en Preferencias.

El viernes, el Sportivo jugará una auténtica final contra 3 de Febrero. Será en el estadio del General Díaz, en el kilómetro 12, a partir de las 18:00.

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