FIFA elige a su nuevo presidente tras escándalo

¿Quién será el sucesor del presidente Joseph Blatter? La respuesta se conocerá este viernes con las elecciones del Congreso extraordinario de la FIFA en Zúrich, con dos nombres que se perfilan como favoritos, el jeque bahreiní Salman y el italo-suizo Gianni Infantino.

Si en anteriores elecciones Blatter llegaba al momento de las urnas con la etiqueta de claro favorito, esta vez el pronóstico es mucho más complicado. Los otros candidatos, el príncipe jordano Ali, el sudafricano Tokyo Sexwale y el francés Jérôme Champagne, se mantienen en la carrera, pero llegan en principio sin opciones reales.

Salman parece partir en la ‘pole position’ al contar con los apoyos de dos grandes confederaciones: Asia, la cual preside, y África, que cuenta con 54 votos y es el continente con más peso. Infantino, secretario general de la UEFA, ha recibido principalmente la promesa de apoyo unánime de su propia confederación (53 votos), de Sudamérica (Conmebol, 10 votos) y de la Unión Centroamericana de Fútbol (7) .

Esa última forma parte de la Concacaf, que cuenta con un total de 35 votos y que no ha dado una consigna para un voto en bloque. Las previsiones apuntan a que el ganador se decidirá en una segunda vuelta, ya que en la primera parece improbable que ningún candidato consiga la mayoría necesaria de dos tercios. En la segunda, o en las siguientes si fuera necesario, al ganador le bastaría con una mayoría simple (más del 50%).

Asia, la confederación de Salman, cuenta con 46 votos, pero salvo autorización de última hora no podrán votar las Federaciones de Kuwait e Indonesia, suspendidas. Oceanía completa el cuerpo electoral con 11. La votación se hará de manera secreta e individual, bajo el principio de que cada federación nacional tiene un voto, lo que hace que Vanuatu o San Vicente y Granadinas tengan el mismo peso que Alemania o Brasil.

El presidente interino de la FIFA, el camerunés Issa Hayatou, pidió el jueves a las federaciones nacionales que ayuden al futuro presidente y aprueben el programa de reformas que se votará antes de las elecciones, en busca de una mayor transparencia. “Es esencial que nos unamos todos detrás del que gane la elección. Les pido que todos apoyemos al nuevo presidente y al nuevo Consejo de la FIFA, que tendrá la difícil tarea de recuperar la confianza mediante las reformas”, afirmó Hayatou.

Todo ello bajo la amenaza de nuevas detenciones de dirigentes del fútbol, como ya ocurrió en mayo, en vísperas del anterior Congreso. La tormenta en la FIFA empezó de golpe el 27 de mayo de 2015, a primera hora de la mañana en Suiza, cuando la policía helvética entró en el lujoso hotel Baur au Lac de Zúrich para detener a siete dirigentes del fútbol, a pedido de la justicia estadounidense. Una operación inédita en la cúpula del fútbol, esencialmente latinoamericano, por corrupción. En total, 39 personas y dos empresas están actualmente imputadas.

Desde entonces, la concesión de sedes de varios Mundiales se ha puesto en duda, especialmente el de 2006 para Alemania, que ha provocado problemas al ’Kaiser’ Franz Beckenbauer, o el de 2010 para Sudáfrica. La justicia suiza estudia también la atribución del Mundial-2022 a Catar a finales de 2010. Una decisión que ha dado pie a uno de los quebraderos de cabeza habituales de los dirigentes de la FIFA.

En esta crisis, varias cabezas ilustres han rodado por las alfombras de la Federación Internacional. Joseph Blatter, presidente dimisionario de la FIFA, y Michel Platini, ese último presidente de la UEFA y considerado el favorito para las elecciones presidenciales de la FIFA, fueron suspendidos seis años de toda actividad en el fútbol. Jérôme Valcke, número 2 de la FIFA desde 2007 fue despedido y suspendido 12 años. La elección de un nuevo presidente supone una oportunidad de oro para pasar página de nueve meses para olvidar para la organización.