Salguero había desaparecido misteriosamente tras su arresto por corrupción hace tres años, en el marco del gigantesco escándalo FIFAGate. Pero resulta que estaba en arresto domiciliario en un lugar secreto.
Recién el martes pasado el gobierno publicó las primeras noticias de Salguero desde su arresto en diciembre de 2015. Los documentos judiciales, en parte tachados para impedir la lectura de ciertos nombres o países, revelaron que hace más de dos años, el 27 de octubre de 2016, Salguero se declaró culpable de cuatro delitos en el marco del FIFAGate: asociación criminal para delinquir, dos cargos de conspiración para cometer fraude bancario y uno de conspiración para lavar dinero.
Comenzó a colaborar con el gobierno desde el primer día, incluso antes de llamar a su abogado, según explicó este jueves a la jueza Pamela Chen su defensor, Louis Freeman.
Los delitos de los que era acusado tienen una pena máxima de 20 años cada uno, pero debido a su cooperación, la jueza aceptó la sentencia sugerida por el fiscal Sam Nitze: nada de cárcel, y dos años de libertad condicional.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Salguero deberá restituir hasta 288.000 dólares, en parte por los sobornos recibidos a cambio de la concesión de derechos de televisación de torneos de fútbol, tráfico de influencias y reventa ilegal de entradas para diferentes Mundiales, de los cuales ya pagó 168.000. Tras el fallo, Salguero abrazó a uno de los fiscales del FIFAGate y se declaró aliviado por este “final feliz”.
“Estoy tranquilo y feliz”, dijo Salguero a la AFP , antes de dejar la corte. “Regresaré a Guatemala en el momento que pueda. Quiero estar con mi familia y dedicarme a ellos , añadió.
Durante la sentencia, había indicado a la jueza Chen que estaba “profundamente arrepentido de algunos errores cometidos”. Pero atribuyó sus fallas a “un tsunami que abarcó al fútbol mundial y que venía de muchos años atrás, de finales de los 80”.
Chen no apreció su comentario. “Un tsunami sugiere falta de control” pero usted “podría haber dicho no, podría haber hecho su trabajo de manera honesta”, como muchos otros, le dijo la jueza. “Eligió no hacerlo (...) Es una decisión moral que tomó y ahora está pagando por eso”, añadió Chen. “Este esquema (...) pudrió el corazón mismo del fútbol profesional internacional” y “ciertamente ha dejado un ojo negro al deporte en todo el mundo”, opinó la jueza, que alabó no obstante su “ayuda sustancial” al gobierno.
Salguero es uno de los acusados del FIFAGate, el escándalo develado por el gobierno estadounidense que acusó a 42 personas y a empresas deportivas de 92 delitos y de aceptar más de 200 millones de dólares en sobornos.
