La baja del delantero peruano, sancionado recientemente por dopaje por la FIFA, preocupa a los brasileños pero no empaña su sueño de levantar la Sudamericana.
El ’Mengao’ espera desplegar su mejor versión en el Maracaná para hacer olvidar a su ’torcida’ una temporada discreta -que le tiene actualmente en la sexta posición del Brasileirao- y apostar todas sus fichas a la que podría ser su único trofeo de la temporada.
Después de perder la Copa Brasil ante el Cruzeiro por penales, la Sudamericana es la gran apuesta de Rueda, que deberá lidiar con las probables bajas por lesión de Réver, Everton y del colombiano Orlando Berrío.
Y el encuentro entre el Fla y el Barranquilla, flamante campeón de la Copa Colombia, promete emoción: es el primero en más de 30 años, ya que la última vez que se vieron las caras fue en la Copa Libertadores de 1984.
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El club ’tiburón’ goza de un dúo ofensivo de alta calidad con Teófilo ’Teo’ Gutiérrez y Yimmi Chará, potenciado por un mediocampo versátil y joven, una sólida defensa y un guardameta, el uruguayo Sebastián Viera, consolidado como capitán e ídolo local.
En Brasil, en el once estaría ausente el defensor Jonathan Ávila, lesionado. Bajo la conducción de Comesaña, el Junior fue semifinalista de la Libertadores en 1994 -cayó con Vélez Sarsfield, posterior campeón- y su paso a la penúltima etapa de la Sudamericana lo logró al superar al brasileño Sport Recife (2-0, 0-0).
La vuelta será el próximo día 30 en Colombia, el mismo día en que está marcado el juicio por la sanción por dopaje de Guerrero, quien estaba listo para reaparecer en las semifinales tras superar una lesión muscular.
El ganador de esta llave se verá las caras con el que gane la disputada por Libertad e Independiente de Argentina. En el partido de ida, los guaraníes se impusieron el martes en Asunción por 1-0 a los Diablos Rojos de Avellaneda.
