¡Súper River Plate!

Pronto el partido tuvo una variante, porque sólo iban tres minutos cuando el uruguayo Camilo Mayada entró en lugar del lesionado Milton Casco, y enseguida River avisó que podría lastimar mucho de contraataque, con espacios amplios a la espalda de Gino Peruzzi, y por ese lugar llegó una jugada en la que Martínez definió, pero Rossi le atajó el remate final.

Lejos de ajustar las marcas, la defensa de Boca se veía demasiado frágil y River impactó con el primer gol, en centro desde la derecha en el que Peruzzi no despejó y Martínez, antes de que la pelota llegara al piso, metió un zurdazo potente, inatajable, para el 1-0. El local sintió el golpe y por un buen rato quedó a merced de River, que tuvo serias chances ante una defensa de Boca permeable como un colador, y por esa vía Nacho Fernández remató apenas desviado, y poco después, Driussi se hizo espacio para disparar con potencia, pero su derechazo salió al lado del poste derecho.

El segundo gol visitante estaba al caer, y llegó por decantación en otra jugada veloz que tomó desacomodada por completo a la zaga auriazul, que no pudo cerrar ante la definición de Alario, que con un zurdazo le dobló las manos al indefenso Rossi. Herido, Boca intentó recuperarse dentro de un momento tenso, reflejado en una violenta infracción que el colombiano Frank Fabra le cometió al paraguayo Jorge Moreira, que determinó la amonestación para el lateral cafetero.

El primer tiempo parecía consumirse sin más novedades, pero en la última acción Boca encontró el descuento en un tiro libre que Fernando Gago ejecutó de emboquillada, ante un Batalla que se había adelantado en exceso y quedó descolocado. La segunda mitad fue más pareja e incierta, con Boca decidido a ir en busca del empate y River parado para castigar cada falla defensiva del local. El equipo auriazul estuvo a tiro del empate en una escapada de Benedetto, que definió ante la floja salida de Batalla, pero Martínez Quarta salvó el arco Millonario con un despeje providencial casi en la línea de sentencia.

Falto de claridad, pero con mucho amor propio, Boca se le fue encima y arrinconó en su campo a un River agazapado, listo para resistir y dispuesto a dar una estocada definitiva al líder del campeonato. Benedetto falló una situación clarísima, con un cabezazo que rozó el travesaño, luego Batalla se redimió de su error en el gol auriazul con una magnífica doble atajada en la misma acción, a los 89 minutos.

Casi en la acción siguiente, River liquidó el pleito definitivamente, con un error de Gago que dio un pase demasiado lateral; Nacho Fernández robó y asistió a Driussi, que solo frente a Rossi no falló y con un remate al rincón derecho decretó el 3-1 definitivo. Así, River se cobró desquite de la derrota sufrida hace cinco meses en el Monumental (2-4) ante su enemigo eterno, le puso pimienta al campeonato y estiró su excelente momento, con un invicto que ya lleva trece partidos, con diez triunfos y tres empates, incluida la Copa Libertadores, en la que el equipo de Marcelo Gallardo ya tiene el boleto a octavos de final.

De su lado, Boca tropezó en un momento crucial del campeonato, y aunque todavía sigue en lo más alto y aún depende de sí mismo, le queda poco margen para cometer más errores, con seis fechas en la que deberá mostrar carácter y juego para recuperarse.

Con este resultado, Boca se mantiene como líder del campeonato argentino con 49 puntos a seis fechas del final, pero River (45) se acercó a cuatro unidades y aún tiene un partido pendiente por disputar con Atlético Tucumán, por lo que podría reducir aún más la distancia con los auriazules.