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Las puertas del Antonio Vespucio Liberti, conocido popularmente como el Monumental, se abrieron como estaba previsto a las 13:00 local, cuatro horas antes del pitido inicial.
Los hinchas, que esperaban ansiosamente en las inmediaciones, corrieron o aceleraron el paso para poder pasar los controles de seguridad lo antes posible y ubicarse en sus lugares.
Además, varias horas antes del comienzo del encuentro ya se escucharon los primeras canciones de aliento para el equipo que recibirá esta tarde a Boca Juniors en el partido de vuelta de la Copa Libertadores, tras el 2-2 de la ida.
“Venimos a ver al más grande, vamos a darle la vuelta a los bosteros y a ganar la cuarta Libertadores”, aseguró en las puertas del estadio Augusto Martínez, de 40 años.
“Quiero que gane River obviamente, pero los dos equipos generan la misma pasión. Lo importante es que todo termine en paz”, añadió Emilio Álvarez, de 53 años.
Poco después se supo que un grupo de hinchas de River Plate atacó al autobús que transportaba a los jugadores de Boca Juniors cuando ingresaban al estadio.
Una hora y media antes del comienzo del partido el estadio estaba prácticamente colmado.