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El equipo se concentró en su sede en la localidad de Sangolquí, tras empatar el domingo con un equipo alterno 1-1 en la vigésima primera fecha del campeonato ecuatoriano frente a Liga de Quito.
Los rayados del Valle, que van terceros en la etapa inicial del certamen local, intentan mantener la calma antes de disputar su primera final en el torneo interclubes más importante del continente.
“Cuando más se va acercando el partido hay más nervios. Nos estamos jugando una final de Copa Libertadores que para nosotros es muy importante, pero contento y disfrutando el momento”, dijo el mediocampista uruguayo Mario Rizotto a la prensa.
Los negriazules saltarán a la cancha con la intención de ser protagonistas y retener los ataques de Atlético Nacional, campeón de la Libertadores en 1989 y vicecampeón en 1995.
“Tenemos que ser protagonistas y salir a buscarlo. Sabemos que ellos son muy ofensivos y van a tratar de marcar un gol para tener tranquilidad, pero nosotros estamos pensando en nosotros”, aseguró Rizotto.
Independiente, que peleó en el repechaje su cupo en la Copa Libertadores, ha desafiado los pronósticos y dejó en el camino a grandes equipos como River Plate y Boca Juniors de Argentina, y Pumas de México.
Jefferson Orejuela confió en que el miércoles la escuadra hará un buen trabajo en el estadio Olímpico Atahualpa de Quito, donde se jugará el encuentro de ida a partir de las 20.45.
“Creo que nosotros hemos conseguido victorias importantes de local y de visita hemos hecho un buen trabajo”, señaló Orejuela a la prensa.
El mediocampista ecuatoriano destacó que el rival con el que se medirán en la altura de Quito (2.850 metros) “es un buen equipo, uno de los mejores de la Libertadores, tienen un buen pie”.
Atlético Nacional e Independiente del Valle se volverán a encontrar una semana después en Medellín, en el estadio Atanasio Girardot.