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La ubicación actual del Sportivo en el promedio hace que la promoción de valores sea más lenta, pero el estratega Torres tiene la idea de que una vez que el promedio esté fortalecido y que la amenaza del descenso esté lejana, los menores puedan tener más cabida en la dotación superior.
Las formativas auriazules activan bajo el comando dirigencial de Rufino González. Si bien las necesidades nunca se acaban, el esfuerzo por darles a los chicos por lo menos lo básico está a la vista.
Roberto Torres y su staff de trabajo observan en forma permanente tanto los partidos de la Reserva como de las Divisiones Inferiores.
Y la simple presencia de los “profes” hacen que los menores sueñen con ser llamados en breve por lo menos a trabajar con los profesionales y así ir ganando en experiencia.
Si bien Luqueño continúa en la zona de descenso, la llegada de Torres renovó las expectativas y la campaña se ve mejorada.