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Al entrar en la tercera semana de competición, ningún equipo ha ganado sus dos partidos (algunos disputaron uno), lo que perfila una clasificación dura y muy apretada en esta instancia. El popular Flamengo, con su goleador peruano Paolo Guerrero con la pólvora seca, tiene un duro duelo de brasileños ante el Atlético Paranaense, en el Grupo 4, considerado el de la muerte, que comanda con cuatro puntos el conjunto de Curitiba.
El equipo carioca asoma como uno de los favoritos a quedarse con el título, que había logrado en 1981. En la misma llave, San Lorenzo (sin puntos en dos partidos) deberá pedirle un milagro al papa Francisco, su hincha más conocido, si el miércoles al menos no logra un empate en su visita a la Universidad Católica de Chile, colíder del grupo con cuatro unidades. Profeta en tierra ajena
El entrenador de River, Marcelo Gallardo, no es profeta en su tierra pero se ha convertido en un experto en torneos internacionales, acumulando cinco títulos entre 2014 y 2016, y este año apunta todos los cañones a su segunda Libertadores.
En torneos domésticos, rompió su racha negativa en 2016 al lograr la Copa Argentina. Los millonarios ganaron de visita 3-1 al colombiano Independiente Medellín en el debut del Grupo 3 y esperan el jueves en el Monumental a Melgar de Perú, que logró un valioso triunfo en casa por 1-0 ante el ecuatoriano Emelec en la primera fecha. Emelec y el Independiente Medellín disputarán un duelo de perdedores de la primera fecha, que puede dejar malherido a un eventual derrotado o con dolor de cabeza a ambos, si hay empate.
Botafogo espera romper este año la racha como uno de los pocos equipos populares de Brasil que no ha ganado una Libertadores. Pero el camino es muy largo y el próximo escollo en el difícil Grupo 1 es el colombiano Atlético Nacional, el actual titular de la Libertadores, que arrancó con derrota 2-1 en su visita al ecuatoriano Barcelona, aunque el once paisa se hace muy fuerte en su reducto de Medellín, donde se verán las caras el jueves. Estudiantes de Argentina sufrió al equipo brasileño en la primera fecha y el jueves deberá sumar en su casa de La Plata ante el colíder Barcelona si aspira a revivir sus antiguos logros. De Medellín a Sao Paulo
El brasileño Palmeiras, campeón en 1999, y el uruguayo Peñarol, con cinco títulos, tendrán un duelo en Sao Paulo de antiguos grandes protagonistas de la Libertadores. El conjunto paulista se reforzó con el venezolano Alejandro ’Lobito’ Guerra y el goleador Miguel Ángel Borja, piezas vitales en el campeón Atlético Nacional, para volver a dar pelea en un torneo internacional, mientras su rival Peñarol, uno de los hegemónicos del continente hasta hace tres décadas, atraviesa una realidad que está muy lejos de aquella época de éxitos.
Un triunfo le permitirá a Palmeiras (cuatro puntos en dos partidos) tomar distancia en el Grupo 5, en el que el boliviano Jorge Wilstermann, con tres unidades, recibe al humilde Atlético Tucumán de Argentina (1 punto), debutante en la Libertadores. En el Grupo 6 la paridad es absoluta, con sendos empates en la primera fecha, en una llave en la que el brasileño Atlético Mineiro es amplio favorito el jueves ante el boliviano Sport Boys, mientras que el paraguayo Libertad espera intranquilo a un difícil Godoy Cruz de Argentina.
En pocos grupos como el 8 existe un claro candidato como el Gremio brasileño (3 puntos, 1 partido), que puede consolidar su amplio favoritismo si el martes derrota en su patio al chileno Deportes Iquique. La escuadra del norte de Chile debutó con caída ante el paraguayo Guaraní, que en la segunda fecha enfrentará al débil Zamora venezolano.