Todo el mundo futbolístico tendrá puestos los ojos en la capital rusa y los aficionados de cada selección podrán hacer cábalas sobre qué contrincantes enfrentar, las posibilidades de cada equipo dependiendo de lo que depare el sorteo, los horarios de los partidos de cada selección, los estadios y donde se ubicarán el campo-base de cada combinado.
Tras 871 partidos clasificatorios repartidos en todo el mundo, en los que se marcaron un total de 2.469 goles, solo quedan 32 equipos y 64 partidos para conocer al próximo campeón del mundo. No será un sorteo puro, puesto que hay ocho cabezas de serie y no podrá haber un grupo con dos equipos de una misma confederación (salvo en el caso de la UEFA), pero del resultado puede depender el éxito o fracaso de una selección. La suerte puede deparar grupos de gran dificultad (como podría ser uno formado por Brasil, España, Suecia y Nigeria) con otros mucho más asequibles (por ejemplo, el que conformarían Rusia, Perú, Islandia y Arabia Saudita).
Una de las pocas certezas, aunque a medias, es que Rusia, como anfitrión, disputará el partido inaugural el 14 de junio en el majestuoso Estadio Luzhniki de Moscú, que será el mismo escenario de la final, el 15 de julio. El rival de los rusos en el primer partido será el equipo que le toque del bombo 2.
El sorteo será presentado por el ex goleador inglés Gary Lineker, que ahora triunfa como comentarista deportivo, y por la periodista rusa Maria Komandnaya. Estarán asistidos por siete representantes de países que han ganado la Copa del Mundo (el francés Laurent Blanc, el inglés Gordon Banks, el brasileño Cafu, el italiano Fabio Cannavaro, el uruguayo Diego Forlán, el argentino Diego Armando Maradona y el español Carles Puyol), además de Nikita Simonyan representando al país anfitrión.
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Para conocer in situ el futuro camino de sus equipos, en la ceremonia que se celebrará en el Kremlin estarán presentes 30 de los 32 seleccionadores. Los únicos ausentes serán los técnicos de Uruguay (Óscar Tabárez) y el de Australia, que tiene el puesto vacante desde la reciente dimisión de Ange Postecoglou. La ceremonia será seguida con atrención y alguna aprehensión por las estrellas del balón, como por ejemplo el brasileño Neymar, que ya ha revelado su programa para el viernes: “Meteré palomitas en el microondas, llamaré a los amigos y a la familia y todos estaremos pegados a la tele”.