“No es tiempo para acuerdos. No me lo planteo. Hay una campaña que debe ser manejada por el fútbol”, declaró el secretario general de la UEFA en una entrevista al periódico suizo Le Matin Dimanche.
“Creo que una elección democrática es fundamental para la credibilidad de la FIFA como institución. La FIFA debe tener al frente a un presidente legitimado por unas elecciones”, añadió el italosuizo, para quien “un congreso electoral para la presidencia es como una final de Copa: solo vale ganarla”.
Infantino, que anunció su candidatura tras la suspensión de Michel Platini, tiene a cuatro rivales para la presidencia de la FIFA: el jeque bahreiní Salman Bin Ebrahim Al Khalifa (presidente de la Confederación Asiática de Fútbol), el empresario sudafricano y militante anti-apartheid Tokyo Sexwale, el príncipe jordano Ali Bin Al Hussein, y el francés Jérôme Champagne (exsecretario general adjunto de la FIFA).
“No busco el poder”, aseguró. “Hace algunos meses ni pensaba en lanzarme a esta aventura. Pero el fútbol atraviesa una época difícil. Es necesario entonces que algunos tomen la responsabilidad”, añadió.
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Infantino, que trabajó junto a Platini durante 9 años, se mostró igualmente “admirado por la dignidad con la que atraviesa esta prueba (...) Me tranquiliza saber que está moralmente detrás de mí. Mantenemos conversaciones amistosas. Sin embargo, él se concentra en su defensa, y yo en mi campaña”.