El árbitro del superclásico, Eber Aquino, se encuentra en Buenos Aires porque perdió el vuelo tras servir como cuarto árbitro en el partido de Copa Libertadores entre Atlético Tucuman y Palmeiras. Más allá del percance, Aquino expresó sentirse alegre y estar esperando con ganas la hora del choque.
Será el tercer superclásico de Aquino, el último fue en el 2015, al respecto el juez recordó que en aquella oportunidad no tuvo un buen rendimiento y se extendió sobre la mano que cometió Fidencio Oviedo y él no cobró.
Consultado sobre si le pesan sus errores en clásicos anteriores y las declaraciones de Juan José Zapag de que pertenece a una familia olimpista, el juez contestó que “el partido termina a los 90 minutos, tenemos profesionales a disposición que nos ayudan a superar esos temas”.
Acerca de lo declarado por Zapag explicó que “no les puedo prohibir a mi familia que sea de tal club, no tienen la culpa de que haya elegido esta profesión, de que yo sea una figura pública, hay que saber separar las cosas. Eso no tiene que influir, yo tengo la confianza de la comisión de árbitros e intentaré no cometer errores y si me toca ser protagonista que sea por algo bueno”.
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Acerca de los jugadores que fingen faltas o los que tienen un estilo brusco, Aquino comentó que la FIFA le hace estudiar antes de cada partido las características de los futbolistas y demás, es para estar más atento. “Me ayuda el haber sido jugador hasta los 20 años, para entender a los jugadores”, comentó el juez.