Olimpia cayó dando guerra

Olimpia cayó derrotado desde el punto penal. El Decano del fútbol paraguayo sucumbió 4-3 desde los doce pasos y quedó como subcampeón de la Copa Libertadores de América. Atlético Mineiro alcanza el título por primera vez en su historia.

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Un Mineirao repleto servía de escenario para el duelo final de la edición 54 de la Copa Libertadores de América. Atlético Mineiro y Olimpia eran los protagonistas del último capítulo del torneo continental.

El Decano del fútbol paraguayo llegaba a tierras brasileñas con la intención de repetir la hazaña que había conseguido por última vez hace ya once años. El “Rey de Copas” buscaba su cuarto cetro continental.

Enfrente estaba el Atlético Mineiro, equipo que se había clasificado como el que mayor puntos consiguió en la fase de grupos. Con su estrella Ronaldinho como principal arma, “O Galo” soñaba con remontar el marcador de 2-0 que Olimpia había conseguido en el partido de ida.

Para el equipo brasileño la de este miércoles era su primera final en el torneo más importantes de clubes en Sudamérica.

Conscientes de que estaban abajo en el agregado, ni bien se escuchó el pitazo inicial los brasileños se dieron a la búsqueda casi desesperada de abrir el marcador. El cronómetro apenas había completado su primera vuelta cuando el Mineiro ya conseguía su primer tiro libre de esquina.

Cuando habían transcurrido tres minutos de juego, un centro rasante dio un gran susto en el área olimpista. Sin embargo, el tiro no pudo ser desviado por los delanteros brasileños.

Olimpia esperaba paciente en su zona defensiva, tratando de aguantar los embates brasileños y así comenzar a generar desesperación en el rival.

En el minuto 6, un pase largo buscó a Alejandro Silva que trataba de ganar las espaldas de los defensores brasileños pero no pudo dominar el balón.

Mineiro siguió presionando con fuerza, aunque no encontraba punto por el cual vulnerar a la defensa olimpista que realizaba un muy buen trabajo para cortar los ataques del contrario.

Un nuevo pase profundo encontraría a Silva una vez más ganando los metros finales, cuando ya se aprestaba a disparar una providencial pierna rival se lo impidió enviando el balón al primer tiro libre de esquina para Olimpia.

El centro llegó al segundo palo, donde el arquero de Mineiro, Víctor, consiguió adelantarse al intento de Fredy Bareiro por cabecear el balón.

Sería el mismo Bareiro el protagonista de la opción más clara de gol apenas un minuto después. Un pase profundo lo dejó bien habilitado a la espaldas de los defensores brasileños, el “Zorro” encaró, llegó al área chica y disparó.

Pero el tiro fue muy tenue y el balón terminó quedando mansamente en las manos del guardameta rival.

Tres minutos después, un centro al área olimpista encontró a Ronaldinho ganando las espaldas de Ricardo Mazacotte para cabecear. Por suerte para el cuadro paraguayo, el buen cabezazo no tuvo el destino esperado por la estrella brasileña.

Mineiro seguía presionando y en varias oportunidades puso en jaque a la zona defensiva del Olimpia pero la falta de tino y la seguridad de Martín Silva evitaban que los sustos pasaran a mayores.

Olimpia no conseguía llegar con mucha constancia, pero cuando lo hacía ponía en mucho peligro al arco del Mineiro.

En el minuto 33, Alejandro Silva sería el protagonista de una nueva clara oportunidad desperdiciada por Olimpia tras una jugada idéntica, casi calcada de la que perdió Bareiro unos cuantos minutos antes.

Esta vez fue Bareiro el que se encargó de meter el pase para Silva que encaró, dejó atrás a un marcador y definió de derecha. El tiro fue esquinado pero terminó quedando en las manos de Víctor sin ningún inconveniente.

La desesperación ya se comenzaba a evidenciar en el equipo brasileño que por momentos recurría al juego brusco y a los centros o pases profundos sin rumbo.

En el tramo final de la primera etapa, Olimpia consiguió dominar un poco más el balón, pero la falta de claridad fue el factor dominante.

Los primeros 45 minutos llegaron a su final sin que el grito de gol se escuchara en Belo Horizonte.

En la complementaria, Olimpia buscó ganar más peso ofensivo. Para eso, Éver Hugo Almeida ordenó el ingreso de Juan Carlos “Tanque” Ferreyra en reemplazo de Fredy Bareiro.

Pero una desgracia pondría en jaque a un Olimpia que parecía ya demasiado confiado. Apenas en el inicio del segundo tiempo, el equipo brasileño envió un centro que Wilson Pittoni no pudo despejar.

El balón quedó en los pies de Jô que definió de gran manera para vencer a Martín Silva y poner el 1-0 para el equipo brasieño.

Mineiro era consciente que daba un golpe duro al Olimpia, pero que todavía no era suficiente. Sin tardar demasiado volvió a dar inicio a un asedio constante sobre el arco olimpista.

En el minuto 52, una sucesión de toques terminó en un centro que para suerte del Olimpia no pudo ser conectado por Jô frente a un arco vacío, pues Martín Silva había despejado el primer remate y después sufrió una falta de Rosinei que el árbitro no vio.

Los embates del Mineiro eran insistentes. En más de una ocasión los hinchas del “Galo” ya tenían en su garganta el grito de gol, sin embargo Martín Silva -como tantas otras noches- se encargaba de mantener la seguridad con firmeza bajo los tres palos

Olimpia había acusado un golpe y daba tumbos. El equipo paraguayo daba señas de querer pelar, buscar algún ataque que permitiera un gol tranquilizador pero no conseguía concatenar correctamente las jugadas.

El cronómetro seguía implacable su marcha. Con cada segundo que pasaba, la ansiedad crecía en el equipo brasileño que era consciente que pese a ganar no se quedaría con el título.

Esa ansiedad se comenzó a evidenciar sobre el campo de juego, los jugadores del Mineiro ya no conseguían la precisión de los primeros minutos y los ataques eran infructuosos.

Cuando faltaban 14 minutos para el final, Juan Carlos “Tanque” Ferreyra recibió un pase largo, dejó atrás a un desesperado Víctor. Cuando debía definir, el delantero argentino se terminó cayendo solo.

Como si las emociones no hubieran sido ya suficientes en el minuto 79, todo el público olimpista levantaría la cabeza al cielo para dar gracias a Dios. Un potente remate de media distancia fue bien desviado por Martín Silva, el balón quedó en los pies de Diego Tardelli que falló solo frente al arco.

Para complicar aún más las cosas, en el minuto 84 Julio Manzur cometería una falta sobre Ronaldinho que le terminaría valiendo la segunda tarjeta amarilla y dejando un tiro libre que en los pies del 10 brasileño podría ser mortal.

A tres minutos del final, una serie de rebotes terminó con Leonardo Silva cabeceando al palo más lejano de un Martín Silva que ya nada podía hacer para evitar una nueva caída de su arco. Era el 2-0, Mineiro conseguía dar el golpe que necesitaba.

Los brasileños se dieron a la carga en busca de un tercer gol que evitara el alargue. Olimpia sentía el trajín más aún teniendo un hombre menos.

En el minuto 91, el Decano consiguió un córner. El centro terminó en el corazón del área donde un cabezazo se terminó perdiendo por encima del marcador.

Los 90 minutos normales llegaron a su final. Olimpia cayó 2-0 y la definición tenía que irse al alargue.

A Olimpia no le quedaba más otra alternativa que aguantar atrás. Tenía un hombre menos, el cansancio y el golpe anímicio de terminar cayendo en el tiempo normal.

Mineiro siguió apretando a Olimpia y generó varias ocasiones en las que el tercer y lapidario gol podría llegar. Pero una vez más la figura de Martín Silva se agrandaría en el arco olimpista, además de una gran pizca de buena fortuna.

El Decano tuvo un tiro libre de gran peligro en el minuto 104 en las adyacencias del arco brasileño. Herminio Miranda se encargó de rematar. El tiro fue bien desviado por Víctor. Así pasaron los primeros 15 minutos de sufrimiento.

En la segunda mitad. Olimpia siguió aguantando estoicamente sobre el campo de juego, más con pasión que con fútbol.

A seis del final del tiempo suplementario, “Tanque” consiguió un tiro libre de gran peligro, casi en la misma posición de la que Wilson Pittoni había conseguido marcar el segundo gol en el Defensores del Chaco.

La intención era repetir la fórmula. Y una vez más fue Pittoni el que se encargó de patear. El remate pasó cerca, muy cerca, pero terminó yéndose afuera.

En el minuto final, Herminio Miranda se convertiría en el héroe franjeado cuando sacó una pelota que ya iba metiendo.

Heroicamente, Olimpia aguantó la media hora de sufrimiento con un hombre menos y llevó la definición hasta el punto penal.

Llegaba el momento de la definición desde el punto penal. Esa donde la suerte juega un gran papel.

El primero en patear fue Herminio Miranda. El remate del defensor fue bien desviado por el arquero del Mineiro. Alecsandro definió primero para el “Galo”, y lo hizo sin fallar.

“Tanque” Ferreyra fue el segundo olimpista en rematar, y no desperdició la oportunidad para poner el 1-1. Guilherme pondría el 2-1 para los locales. Candia no desperdiciaría para poner el 2-2. Jô se encargaría de marcar el 3-2.

Olimpia se negaba a morir y Eduardo Aranda se encargaría de poner el 3-3. Leonardo Silva remataría bien para vencer a Silva y poner el 4-3.

Llegaría el turno de Matías Giménez. El argentino terminó estrellando el balón contra el palo derecho.

La ilusión olimpista había llegado a su final y la euforia de los hinchas del Mineiro se desató en el Mineirao. “O Galo” alcanzó por primera vez en su historia el título de la Copa Libertadores ante un Olimpia que cayó dando guerra hasta el final.

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