Una pobre despedida

En una de las nochces más frías de Concepción, Paraguay buscaba reponerse ante Perú, que llegaba tras hacer sufrir con diez hombres a la selección local, Chile. La Albirroja quería limpiar su imagen luego de paliza (6-1) recibida ante Argentina en semifinales.

Como era de esperar, Perú tomó el balón y controló por momentos el ritmo del partido, ante un Paraguay apático y muy distante de esa selección que sorprendió en primera fase y cuartos de final. El equipo tuvo poco desequilibrio por los costados, a pesar de algunas aventuras individuales nunca terminadas por Óscar Romero. Osvaldo Martínez fue muy discreto en su labor y casi no tocó balón. Lucas Barrios, el hombre más delantado se mostró bastante participativo, pero las veces que aguantó alguna pelota se encontraba en soledad absoluta.

Néstor Ortigoza fue como siempre como el “jefe” del mediocampo, pero sus buenas intenciones no bastaron para que la Albirroja cree alguna ocasión concentra para anotar. Los laterales, tanto Cáceres como Samudio no acompañaron a los volantes y prácticamente se dedicaron a esperar.

Además del aspecto táctico, Paraguay perdió totalmente las ganas y por momentos fue sometido al “toqueteo” de Perú, que tuvo como siempre a un desequilibrante Cueva y un cerebral André Carrillo, que jugó detrás de los puntas: Reyna y Guerrero.

A los 6 minutos, la selección incaica avisó con un derechazo de Reyna que Justo Villar tuvo que extremar recursos para mandar al córner. Hasta los 20' fue puro domino peruano.

Recién a los 23 minutos, la Albirroja se acercó por primera vez al arco incaico y fue con un zurdazo de Óscar Romero, quien aprovechó la defensa rival mal parada, pero el portero Gallese acalló el festejo guaraní. Momento después, Perú tuvo la ocasión más propicia para inaugurar el marcador. Tras un centro largo de Carrillo, Lobatón recibió solo en el segundo palo, pero su remate se fue caprichosamente sobre el travesaño de Villar.

Posteriormente el juego entró en un tramite peleado, sin muchos espacios y por ende las ocasiones de gol fueron nulas. Ninguna de las dos selecciones se arriesgaron demasiado y el marcador se fue en blanco al término del primer tiempo.

Y una vez más como ante Argentina, sorprendieron al equipo de Ramón Díaz en el inicio de la complementaria. Apenas corrían dos minutos y Perú se anotó en el marcador. Luego de un córner que parecía ser despejado por Bobadilla, el delantero incaico André Carrillo atropelló en la entrada del área con un remate de primera que sorprendió a Justo Villar, quien tenía poca visual por la cantidad de hombres que estaban en frente.

El gol tempranero no pareció despertar a Paraguay, que siguió jugando a un ritmo cansino y con nulas ideas para intentar por lo menos buscar la igualdad. Incluso fue Perú el que dispuso de otras ocasiones como actor pincipal ante la pasividad guaraní.

Recién con los ingresos de Richard Ortiz y Édgar Benítez, la Albirroja volvió a mandar en el campo de juego. Con Ortiz se tuvo más fortaleza en el medio, recuperando siempre los rebotes, mientras que con “Pájaro” se ganó desequilibrio y mayor sorpresa en ofensiva.

A los 66 minutos, el equipo de Ramón dispuso de la mejor chance para igualar, pero el palo salvó a Gallese. Tras una jugada profunda por derecha de Óscar Romero que terminó un buscapié, “Pájaro” Benítez atropelló incómodo y cayéndose remató suave, pero el balón pegó el poste. A partir de ahí creció el entusiasmo albirrojo, que tuvo por momentos contra las cuerdas al equipo de Gareca, que tuvo más de un contragolpe para liquidar, pero por inocente prefirió sufrir.

A falta de dos minutos para el final, la selección incaica sentenció el juego por intermedio del goleador de la Copa América: José Paolo Guerrero, quien aprovechó una gran cesión de Yotún desde el sector derecho. La jugada previa de Carrillo fue fenomenal al dejar a tres guaraníes en camino.

Aunque en los papeles previos uno no imaginaba a Paraguay entre los cuatro mejores, la nueva derrota ante Perú deja una sensación amarga y una que otra duda. Lo positivo fue que la Albirroja recuperó el espíritu aguerrido para las Eliminatorias y ganó varios jugadores que demostraron estar maduros para los desafíos que se vienen como Bruno Valdez, Derlis González, Antony Silva, entre otros.