Ambos clubes se enfrentaron en la ida, a finales de febrero en el estadio del Deportivo Cali, en un encuentro que se saldó con triunfo 1-0 para el equipo colombiano gracias al gol del delantero Nicolás Benedetti. Precisamente, Benedetti será una de las grandes bazas del conjunto verdiblanco, que tomó nuevo impulso gracias a la conducción del entrenador Héctor Cárdenas y está cuarto en el torneo colombiano
Luqueño, aunque está obligado a revertir el resultado negativo de la ida, llega al duelo ante los cafeteros en un muy mal momento. Viene de perder en la última jornada frente a Independiente de Campo Grande (1-2).
Pero la crisis no es solo futbolística, ya que hubo problemas con miembros del plantel. Luego de la derrota ante el “Inde”, el entrenador Héctor Schönhauser había expresado su voluntad de dejar al margen de este juego a Vladimir Marín y Pablo Zeballos. Sin embargo, se impuso el deseo de las autoridades de no prescindir de nadie y ambos integran la nómina de concentrados, no así el arquero Víctor Centurión, desafectado por una medida disciplinaria (no quiso ser suplente).
Para seguir con vida en la Copa Schönhauser confiará en Guido Di Vanni, autor del último gol auriazul en el campeonato local, y en Pablo Zeballos como delanteros. El conjunto de la ciudad de la música debe ganar por dos goles para avanzar. Si triunfa por 1-0 la llave va a los penales; la victoria auriazul por diferencia mínima con gol visitante favorecerá a los verdes.
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Sportivo Luqueño: Tobías Vargas; Juan Escobar, Joel Benítez, Arnaldo Pereira, Sebastián Ariosa; Nelson Romero, Aldo Quiñónez, Juan Núñez; Jorge Núñez; Pablo Zeballos y Guido Di Vanni. Entrenador: Héctor Schönhauser
Deportivo Cali: Camilo Vargas; Luis Manuel Orejuela, Jeison Angulo, Juan Quintero, Germán Mera; Fabián Sambueza, Andrés Pérez, Máyer Candelo, Nicolás Albarracín; Nicolás Benedetti y José David Lloreda. Entrenador: Héctor Cárdenas.
Árbitro: Raphael Claus (brasileño).