Partido entre equipos necesitados de puntos. Luqueño hacía debutar a su cuarto entrenador en el campeonato, Javier Sanguinetti asumió esta semana en reemplazo de Héctor Schonhauser.
Rubio Ñu jugaba después de la derrota ante Olimpia en Ciudad del Este. No mostró mucha diferencia Luqueño de lo que venía haciendo en el campeonato, hace más de siete fechas que no gana, mostrando poco.
Y de nuevo fue así Luqueño en toda la primera etapa, muy poco fútbol, con jugadores que no respondían en la medida de lo esperado. No creó muchas ocasiones frente a Torresagasti, que estaba en una noche más que tranquila.
Rubio Ñu tampoco fue un equipo con muchas virtudes, pero sí era más que su rival cuando tenía la pelota. A los 25 minutos Jorge Ortega aprovechó para poner en ventaja a los locales. Después, el equipo de Genes tuvo otras ocasiones para aumentar pero no pudo, los luqueños se fueron al entretiempo con los nervios de punta por parte de sus parciales.
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Sanguinetti recurrió a los cambios en busca de mejorar el rendimiento de su equipo. Ya realizó una presión más alta y lo dejó con poco margen a Rubio Ñu. Alexis Rojas y Nelson Romero le cambiaron la cara a Sportivo Luqueño.
A los 55 minutos Zeballos cedió el balón a Gustavo Giménez por la derecha del ataque luqueño. El lateral envió el centro al medio y Guido di Vanni con un buen golpe de cabeza anotó el empate.
El gol le vino bien anímicamente al Sportivo. Comenzó a presionar y a llegar más. Pablo Torresagasti empezó a tener trabajo y en una ocasión envió el balón al córner tras un tiro libre de Marín.
No hubo otras emociones más allá de un remate de Vladimir Marín que pasó cerca del arco de Torresagasti, Rubio Ñu se apagó en la segunda mitad. El partido terminó con el empate, con un Luqueño que mejoró en la segunda etapa para tener una esperanza de conseguir buenos resultados con su nuevo técnico.