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En otros tiempos, la selección de Brasil generaba un respeto diferente por las grandes figuras y el buen fútbol que desarrollaban. Hoy en día, la Canarinha depende mucho de sus individualidades, que si bien siguen marcando diferencia, su fútbol asociado ya no es el mismo.
Y Brasil llegó a Paraguay sin Neymar, su principal líder futbolístico y con muchas dudas tras ceder un empate de local ante Uruguay. A estos antecedentes, se le agrega que la Albirroja sumó una buena cantidad de puntos en combos anteriores, dejó una impresión respetable contra Ecuador y en los tres últimos choques frente a los brasileños por Copa América consiguió tres empates (dos de estas igualdades se definieron desde los 12 pasos y en ambas perdió Brasil).
En la previa, Paraguay llegó con la sensación de ser más que el rival de turno. Otro punto a favor de la Albirroja fue el apoyo de la afición que entendió que era el momento ideal para hacer su parte en las gradas del Defensores del Chaco.
El inicio del partido fue bastante intenso. Los dirigidos por Ramón Díaz salieron a presionar bien arriba. William se encargó de hacer el primer tiro peligroso a los 3’ y acá terminó la producción canarinha en ataque porque Paraguay se adueñó de todo durante media hora. Jorge Benítez se retiró lesionado a los 8’ y Roque Santa Cruz tomó su lugar.
La Albirroja le imprimió un ritmo infernal y asfixió a un Brasil desesperado que se defendió como pudo. Derlis González por derecha y Edgar Benítez por izquierda complicaron las bandas brasileñas. El juego aéreo también fue un arma utilizada por la Albirroja.
El poste salvó al cuadro visitante a los 17’ de un cabezazo de Richard Ortiz y del rebote, Gustavo Gómez no pudo definir bien cuando le quedó para su zurda. Alisson le quitó una pelota de gol a Gómez, a metros de la raya de sentencia a los 19’.
El poderío aéreo albirrojo continuó, así como la presión y la intensidad. Brasil se vio sobrepasado con cada pelota quieta local. A los 21’, Paulo Da Silva bajó un balón para Pablo Aguilar y este remató de primera. Su disparo se fue por encima de la portería brasileña.
En uno de los escasos avances brasileños, el arco defendido por Justo Villar se quedó temblando tras el misil de Ricardo Oliveira a los 27’. Posteriormente, Paraguay bajó un poco en cuanto a la intensidad pero en cada avance se respiraba a gol.
Wilmar Roldán, que regaló varias faltas a los brasileños, dejó pasar una clara mano de Miranda dentro del área. Gracias al luchador Darío Lezcano, esta situación quedó olvidada a los 39’, con el ansiado gol.
Néstor Ortigoza recuperó el balón y metió un pase mágico que Benítez supo leer, así como contra Ecuador. El “Pájaro” ganó por izquierda y metió el pase atrás al centro del área. Lezcano no desaprovechó esta oportunidad e hizo estallar en júbilo no solo al Defensores del Chaco, sino a todo un país.
La primera mitad se fue con una aguerrida Albirroja, que presionó bien, ahogó al rival y tuvo momentos de buen fútbol. Y Paraguay no pudo tener un mejor inicio del tiempo complementario. Santa Cruz protegió la pelota de tres rivales y asistió a Ortíz. El volante del Toluca habilitó a Benítez quien envió el balón al fondo de la potería de Alisson a los 49’.
Con el 2-0, Brasil tomó protagonismo, más aún después de la salida por lesión del aguerrido Ortíz, quien sufrió una rotura de ligamentos. Jonathan Santana, convocado de urgencia, lo remplazó. La Albirroja comenzó a defenderse la ventaja más atrás, el rival consiguió tener la pelota y el contragolpe se transformó en el principal argumento paraguayo para hacer daño.
Sin ser acciones claras, Ricardo Oliveira demostró que hoy no fue su día. Las pocas que tuvo las envió afuera. El DT albirrojo ordenó el ingreso y el debut de Juan Manuel Iturbe, quien sustituyo a un Lezcano que se fue ovacionado.
El tiempo fue pasando, Brasil no encontró romper la defensa paraguaya. González recibió un manotazo en el área rival pero Roldán no lo vio. Segundos después llegó el descuento brasileño. Villar no controló bien un tiro y Ricardo Oliveira aprovechó el rebote a los 78’ para poner el 2-1.
El gol entusiasmó a Brasil que se fue en busca del empate. Paraguay jugó con la desesperación rival respirando en cada acción detenida. Los últimos minutos fueron sufridos para el cuadro paraguayo porque el adversario creció y llegó a la paridad. Dani Alves igualó a los 91’ y Villar salvó a los 93’.
Lamentablemente, Paraguay no pudo redondear con una victoria el gran partido que desarrolló en una noche en Sajonia que era para el festejo. El desgaste se sintió, la Albirroja no aguantó y el punto sumado tiene sabor a poco y a injusticia por cómo fue el partido.