“Quería hacer valer mi sacrificio”

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Robert Rojas (21 años) defensor central de Guaraní y figura de la clasificación aurinegra ante Iquique, charló con el Cardinal Deportivo y contó cómo fueron sus inicios, confesó que pudo jugar en Olimpia y que le costó adaptarse a la vida en Asunción.

El zaguero de Guaraní de apenas 21 años comentó a la 730AM que el pueblo donde nació, Belén, y sus alrededores están felices de verlo jugar en primera división. “Todos los que me conocen están orgullosos de mi, los de Belén, los de Concepción y también los de Horqueta, porque llegué a jugar ahí”.

“Trabajaba en la chacra con mi papá cuando era más chico, plantábamos zapallo, mandioca y todo tipo de cosas. Yo estaba en la escuela y entrenaba en el equipo de Belén. Un día se le ofreció a un nuevo entrenador dirigir al equipo de Belén y aceptó, era Ricardo Zárate exjugador de Guaraní”, relató Rojas. “Estaba en las infantiles y siempre jugaba aunque tenía solo 15 años, el profe Zárate me vio y me fue llevando de categoría en categoría, y de club en club", continúo el del Aborigen.

“Cuando cumplí 16 me convenció el profe de venir a probar suerte en Asunción, porque él creía en mis condiciones. Vine y me fui a probar a Olimpia, como el profe me había indicado. Hice las pruebas y me eligieron pero como vine solo y no tenía donde quedarme el DT de la práctica me ofreció quedarme en casa de su mamá en Capiatá”, contó el joven zaguero.

“Al día siguiente volví al entrenamiento y pasé de nuevo las pruebas, así cada día hasta que el viernes llegó la prueba final, hice lo mejor que pude y por suerte me eligieron de vuelta, pero yo extrañaba demasiado a mi familia, no me hallaba y era la primera vez que venía a Asunción, tenía solo 16”, se justificó el futbolista como anticipándose a la decisión tomada que estaba por contar.

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“Agarre el teléfono, llame al profe Zárate y le dije que no me eligieron y que quería volver a mi ciudad, él fue comprensivo y me alentó diciendo 'Vení nomás, ya vas a tener otra oportunidad, hay muchos clubes más, enfócate en el estudio y cuando termines vamos a probar de nuevo', eso me hizo sentir bien y volví a Belén a terminar la secundaria y empezar la universidad”, explicó el defensor.

“Ya en mi pueblo jugué como refuerzo de Horqueta y debute con el equipo de primera. Terminé el colegio y me dijo el profe que vuelva a probar, ahora me doy cuenta de que cometí un error cuando le mentí la primera vez, pero ahora era mayor y estaba motivado a intentarlo otra vez”, confesó Rojas.

“Vine a Guaraní, pasé la prueba y me asignaron a la categoría Sub 18, no me hallaba pero aún así me quedé. Al principio viví unos meses en Ypané fueron difíciles, no me sentía a gusto porque otra vez estaba solo, no tenía cómo comunicarme, no había muchas comunidades pero estaba determinado, cambió todo para mí, era otra realidad quedarme en Ypané”, rememoró el zaguero.

“Después afortunadamente me trajeron a vivir en la pensión con los compañeros y ahí ya fue feliz. Ahora gano una platita, que le doy a mi mamá para que me guarde. Estoy jugando en primera y eso me pone contento, es lo que quería, quería hacer valer mi sacrificio", declaró el entrevistado.

El zaguero de apenas 21 años fue llamado a la primera de Guaraní por Francisco Arce pero debutaría 6 meses después de la mano de Daniel Garnero. Hoy en día es titular frente a otros compañeros de mayor experiencia y trayectoria, es fundamental en la buena campaña de Guaraní, tanto en el torneo local como en la Copa Libertadores. Mide 1.76 cm pero a pesar de ello se destaca en sí mismo el salto y el juego aéreo, “también que siempre trato de anticiparme”, señaló el portento.

Rojas comentó que uno de sus mayores desafíos hasta el momento fue marcar a Roque Santa Cruz en el clásico más añejo. “A Roque no hay que darle respiro, es muy bueno y si o si te hace un gol si le dejás libre”, indicó el jugador.

Consultado acerca de a quién admira el defensa señaló que Julio César Cáceres es su espejo. “Él es mi ejemplo a seguir y me habla mucho, me dice que tengo que estar concentrado, que mire a ambos lados para entender la jugada, que me comunique en la cancha y muchas cosas más”, explicó Rojas.

Sobre sus amigos dentro del Club, el entrevistado se acordó de “Wachi” Aguilar, el portero del legendario. “Es mi amigo, suele traer su equipo de sonido a las concentraciones y pone todo tipo de músicas, escuchamos juntos y jugamos ping pong con él y los muchachos en nuestro ratos libres”, explicó alegre el joven defensor del aurinegro surgido en Belén.