San Lorenzo enciende el “grupo de la muerte”

El ’Ciclón’ rubricó así su resurrección tras un comienzo desastroso en el torneo, sumando su segunda victoria consecutiva gracias al tanto de Paulo Díaz antes de cumplirse el cuarto de hora, al que se añadieron después los de Blandi en el 67 y Botta ya en el descuento.

Tardaron cuatro fechas en despertar, pero los argentinos llegaron a Curitiba convencidos, por fin, de que querían luchar por el torneo del que fueron reyes en 2014.

Atrás quedaban la debacle ante Flamengo, los puntos regalados en casa o la agónica victoria ante la Universidad Católica de Chile. Ya habría tiempo para los reproches, pero esta noche se jugaban la vida ante el ’Furacao’, a quien una victoria le daba el pase con una jornada de sobra.

Había que ser pragmáticos y a los de Diego Aguirre el plan les salió a la perfección.

Apenas diez minutos tardaron en acostumbrarse al césped sintético del Arena da Baixada cuando Cerutti dio un primer aviso de que los visitantes venían con prisa. Ya no habría más advertencias.

Eficaz como a quien ya no le intimidan los ultimátum, el ’Ciclón’ despistó a un Paranaense demasiado inocente con una jugada ensayada que acabaría dándoles la victoria y la vida.

Fue gracias a un certero cabezazo de Paulo Díaz, quien desde un hueco privilegiado del área remató un gran pase cruzado de Rojas con el que ya viajaba medio tanto.

Consciente de que se venía el bloqueo, el Paranaense trató de reaccionar de inmediato a través de Douglas Coutinho, pero la eficacia no se alineó esta noche con los de Autuori.

Tampoco las ideas. Sin peligro ni recursos en ataque, un ’Furacao’ que en nada recordaba al que había asumido el liderato la semana pasada se convirtió en el compañero de velada soñado para el San Lorenzo.

Centrado en la supervivencia, el equipo del papa Francisco apostó entonces a jugar mirando al reloj, mientras los locales se desesperaban y en el Maracaná Flamengo y Católica calentaban para disputar el otro partido del grupo, donde todos tenían mucho en juego.

Aunque el ’Furacao’ no pensaba dejarse arruinar la noche tan fácilmente. Por algo había llegado como sorprendente líder del temido ’grupo de la muerte’ a la recta final, por encima de los galones de históricos del continente.

Con el orgullo tocado, los del veterano Autuori regresaron más agresivos del descanso y, a los cinco minutos, por fin lograron levantar a su estadio. Por muy poco no entró un soberbio tiro de Sidcley, que pese a estrellarse al otro lado de las redes de Navarro renovó el aire en Curitiba.

Poco después pudo ser Nikao quien igualara el partido en una Arena da Baixada que recuperaba la ilusión a cada minuto. Todavía había tiempo para reorganizar la fiesta prevista desde hacía una semana, pero el San Lorenzo tenía mucho más que perder.

Resucitados para la lucha, y todavía sin noticias del Maracaná, los argentinos devolvieron a la realidad al Paranaense con otro cabezazo, esta vez de Blandi que, casi perdiendo el equilibrio, batió a Weverton en carrera tras un centro de Belsuchi en el 67.

Ya entregados -y con la calculadora de nuevo en la mano-, a los brasileños aún les quedaba el revés ver cómo Botta ponía el tercero de un golazo en el descuento.

Más vivo que nunca, el San Lorenzo prendía fuego así a un ’grupo de la muerte’ que se decidirá en una última fecha de infarto. Será el 17 de mayo, cuando el Flamengo visite Buenos Aires al mismo tiempo que la Universidad Católica reciba en Santiago al Paranaense.

A la espera de que acabe el duelo entre los ’cruzados’ y el Flamengo en Rio, el ’Ciclón’ comparte ahora la punta del Grupo 4 con los dos equipos brasileños, en un triple empate a siete puntos, mientras los chilenos son cuartos con cinco.