Con la ilusión renovada luego de la última decepción copera, y con un equipo en construcción, Cerro Porteño se fue hasta Colombia para disputar su primer partido en la Copa Libertadores 2016. Pero el Independiente Santa Fe, un cuadro que viene jugando bien y que conquistó la última edición de la Copa Sudamericana, era una prueba muy complicada.
Rápidamente el conjunto colombiano inquieto de pelota quieta. El poste derecho de Antony Silva evitó la caída la valla azulgrana. Tras el sofocón, Cerro Porteño se reacomodó en el campo de juego y buscó salir del toque cafetero que llegó por las bandas.
Un bombazo de Luis Leal fue lo único del Ciclón en materia de ataque porque el dueño de casa lo asfixió, se instaló en la cabecera del área cerrista y las atajadas de Silva y el despeje de los defensas se convirtieron en una constante. Los primeros 10 minutos fueron de puro dominio colombiano.
Cerro se adelantó un poco más, pero no se debió a una mejoría, sino a que el rival desaceleró. El onceno dirigido por César Farías fue incapaz de llevar peligro a la portería defendida por Róbinson Zapata.
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El campeón de la Copa Sudamericana, un equipo armado, bien compacto, tuvo las mejores chances para romper el tanteador.. La defensa azulgrana se vio sobrepasada tanto por derecha como por izquierda y por el centro sufrió los pases filtrados de los hombres colombianos.
Tanto Leal como Guillermo Beltrán retrocedieron hasta la mitad de la cancha para intentar hacer contacto con el balón y ya que vivieron desconectados del resto del equipo. Silva fue acumulando tapadas para mantener el cero en su portería. El poste de su arco también influyó.
En el complemento, Independiente Santa Fe continuó al mando de las mejores situaciones. El combinado de Barrio Obrero fue defendiendo el empate a medida que pasaban los minutos.
El onceno de Farías fue intrascendente en cuestión ofensiva y sufrió en innumerables ocasiones en la última línea. De no ser por las grandes intervenciones de Silva y la falta de acierto de los delanteros colombianos, Cerro Porteño no iba a conseguir lo que fue a buscar: el empate.
El partido terminó con los azulgranas pidiendo hora y con la ineficacia colombiana que no supo aprovechar las ocasiones creadas. Cerro Porteño, si bien fue exageradamente defensivo y superado ampliamente por el adversario, trajo de Bogotá un punto que sirve atendiendo a cómo se juega la Copa libertadores.
En la próxima jornada copera del Grupo 8, el elenco de Farías recibirá a Cobresal, el 2 de marzo. Está claro que debe ofrecer un mejor fútbol para poder convencer e intentar llegar al objetivo que siempre aspira el hincha cerrista.