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En el lance de ida estos equipos habían también empatado 1-1 (global 2-2), razón por la cual hubo definición mediante tiros penales.
En el tiempo reglamentario había marcado el brasileño Thomaz para el local, a los 48 minutos, pero a los 55 Isaac Díaz anotó para los paraguayos y emparejó las acciones.
El visitante inclinó la balanza en el juego luego de iniciar las acciones impreciso y timorato. Wilstermann, que tuvo unos 20 minutos iniciales de buen juego, al influjo del brasileño Thomaz, decayó hasta perder los papeles.
El cuadro albo soltó amarras luego del primer cuarto de hora de pánico escénico y tuvo a mal traer al equipo aviador de la mano del explosivo Jonathan Samaniego, un llanero solitario que se puso el equipo al hombro.
Fue precisamente Samaniego quien llevó las cargas más peligrosas contra el arco del portero chileno Raúl Olivares. La faena del visitante -el Danzarín, como le llaman en su país- fue prolija con un atento defensa Robert Aldama y un esforzado portero Agustín Silva que, pasado el momento de nervios, respondió bien.
El partido concluyó con Wilstermann acosado en su arco, prueba de la gran levantada de Sol de América.
Las acciones fueron interesantes desde la primera mitad: Silva tuvo una gran atajada a los 38m ante un cabezazo de Gilbert Alvarez que llevaba aroma de gol. Y el mismo Silva, un minuto más tarde, controló con mezcla de fortuna y técnica un disparo envenenado del brasileño Thomaz.
Inexplicablemente Wilster, que arrancó fino, cedió terreno luego de que los guaraníes lograron controlar el juego de Thomaz.
El trio Thomaz-Marcelo Bergese-Cristhian Machado, la columna del equipo rojo, no funcionó adecuadamente, pero atrás su capitán, Edward Zenteno, y el golero Olivares, tuvieron nota destacada. Bergese y Machado fueron sustituidos en la mitad del segundo tiempo.
El desequilibrio vino a los 48 m cuando el local comenzaba a desesperarse. Un rebote tomado en el área fue aprovechado por Thomaz que disparó cruzado al palo izquierdo de Silva. Con el 1-0, Wilster buscaba más, pero los paraguayos no se daban por vencidos.
En una arremetida a fondo, Isaac Díaz puso alma, vida y corazón en su disparo para batir a los 55 minutos a Olivares para igualar 1-1 y forzar la definición por penales.
Sol de América tuvo la oportunidad a los 65 de convertir de penal, pero el disparo de Alvarez fue intuido por Olivares que despejó a un costado. Para entonces la visita dominaba la escena.
Thomaz tuvo en el último minuto de juego la posibilidad de desequilibrar, pero la paridad persistió hasta el final. El partido se definió en la ronda de penales, que fue favorable a la visita por 5 a 4.