Con el deseo de volver a ser el Nacional protagonista como en torneos pasados, el cuadro albo recibió a un Guaraní en el Arsenio Erico que tiene dos frentes durante este primer semestre.
Los dirigidos por Ricardo Dabrowski entraron bien, movidos por el fútbol de Milton Benítez y rápidamente se encontraron con el tanto apertura. La defensa de Guaraní se descuidó y el contragolpe local fue letal. Robin Ramírez sacó un tiro cruzado que venció a Alfredo Aguilar a los 10’.
Tras el gol, Guaraní se apoderó de manera improductiva del balón porque no supo cómo quebrar el orden de la defensa tricolor. A los 25’ se fue expulsado, con roja directa, el autor del gol albo por una plancha.
El trámite no cambió mucho, prácticamente nada. El dominio aurinegro siguió así como su falta de ideas para ser más profundo. Los tiros de media distancia se transformaron en un arma habitual para los pupilos de Fabricio Bassa. Aunque no llevaron mucho peligro a la portería de Ignacio Don.
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En el segundo periodo Guaraní entró con más decisión y ambición. Sus tiros fueron más certeros mas Don se mostró muy seguro en cada intervención. Con la superioridad numérica, el elenco de Dos Bocas fue incapaz de generar algo claro dentro del área.
A medida que los minutos pasaban, la desesperación aurinegra aumentó. A los 80’, Juan Patiño arañó la paridad con un tiro libre a la entrada del área local pero la muralla llamada Don se lo impidió.
Minutos después, a los 81’, una pelota recuperada por Derlis Orué permitió el segundo tanto del elenco dueño de casa. Edgardo Orzusa, una de las caras nuevas de Nacional para esta temporada, amplió la ventaja para alegría de los albos.
La incertidumbre se quedó hasta el final del partido ya que a los 83’, un balón largo fue aguantado por Claudio Correa, giró y envió el zurdazo que superó a Don. Aguilar evitó el tercero de Nacional y Luis Cabral vio la roja a los 88’.
El triunfo trae esperanza a Nacional que quiere convertirse en ese equipo protagonista de los torneos. En la siguiente fecha se las verá con el Deportivo Capiatá. Guaraní, que tiene a Rubio Ñu como próximo rival, debe mejorar bastante en cuanto a la producción ofensiva de cara a la Copa Libertadores.