Para Dinamarca, que tenía hasta cuatro bajas, era quizás una prueba aun más importante. A Estocolmo no viajó su estrella, Christian Eriksen -autor de once goles y tres asistencias en la fase de clasificación-, con permiso para quedarse en casa por el avanzado estado de gestación de su novia.
El seleccionador danés, el noruego Hareide, apostó por Krohn-Dehli, pero el centrocampista del Deportivo tuvo una actuación gris en los 60 minutos que estuvo sobre el césped, en el que quedó demostrado que, sin la estrella del Tottenham, la Dinamita roja baja muchos enteros.
Lo poco que ofrecieron los daneses salió de las botas de Pione Sisto, que hizo el único disparo entre los tres palos de la primera mitad, en uno de sus habituales recortes hacia el centro.
Suecia atacaba por arrebatos, con Durmaz de protagonista, pero sin mucho resultado. Schöne, que mejoró a Krohn-Dehli, mandó alto un disparo de falta desde fuera del área. Ya no ocurrió nada más de ahí al final y el encuentro murió en un empate insustancial, que a Dinamarca le vale para aumentar a catorce su excelente racha de partidos consecutivos sin perder.
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Los daneses cerrarán su fase de preparación dentro de una semana en casa contra México. Y los suecos harán lo propio frente a Perú en Gotemburgo. En el Mundial de Rusia, se volverán a cruzar las dos selecciones nórdicas con esos rivales latinoamericanos, pero con los adversarios intercambiados.