Tobías y el precio de los sueños

El jueves 17 de enero nunca será olvidado por Tobías Santacruz, el hincha de Cerro Porteño que cumplió su sueño al conocer a Nelson Haedo y tomarse una foto con él. El niño de 12 años comentó que no le fue fácil, ya que para conseguir esto debía comprar la nueva camiseta del Ciclón, que orilla los G. 400.000, cuando en sus bolsillo tenía “casi nada, solo para un helado”.

Varios referentes azulgranas estuvieron en ciertos centros comerciales repartiendo autógrafos y accediendo a fotos solo con los seguidores que comprasen la nueva casaca del club. Al enterarse de esta condición, el chico que llegó hasta uno de esos locales, se sintió triste pero igual se puso en la fila.

“Me deprimí porque no iba a tomarme una foto. Mi tía me dijo: ‘Vamos nomás, Tobi. Estás formando la fila de balde’. Le dije que no, que espere más”, comentó emocionado en el Cardinal Deportivo. “Le dije que sí o sí iba a salir con una foto”, agregó.

Cuando le llegó el turno de ingresar se fue directo hacia donde estaba Haedo y le entregó un cartel que le había preparado hace dos años, cuando el delantero iba a debutar en filas azulgranas. En aquella oportunidad “dije que iba a colgar para que me vea, pero de tanta vergüenza no lo hice”.

Tobías se emocionó hasta las lágrimas al conversar brevemente con su ídolo y explicarle la historia detrás del dibujo. “Ni tuve tiempo de saludarle a Topo (Víctor Cáceres) ni a (Joaquín) Larrivey por tanta emoción”, manifestó.

Pese a no cumplir con la condición de comprar la camiseta, por una cuestión económica, Tobías se las arregló para tener su soñada foto al lado de su ídolo y llevarse emociones que valen más que una casaca y que perdurarán por siempre en su memoria.

“No vine por la camiseta, solo quería conocerle a mi ídolo”, respondió el chico al ser consultado si le regalaron la nueva piel del Ciclón. “Total, ya tengo una”, sentenció orgulloso, con su camiseta sin marca, ni sponsors, pero que tiene lo esencial, los colores que ama: azul y rojo.