Tres de Tres o sin dos no hay tres. Como desee llamarlo. Tras la llegada de Daniel Garnero, Guaraní se recuperó en el campeonato e hiló tres victorias consecutivas, todos por 1 - 0. Derrotó a Nacional en el debut, venció a Libertad en Tuyucuá y superó a General Díaz. Los goles tuvieron un solo protagonista, Néstor Camacho. El hombre del momento y como para pedir Selección, sin pretemporada en el Apertura, fue clave para el ascenso luego de un mal comienzo y, se vuelve vital, en la generación de juego estando por detrás de Rodrigo López en ataque.
Esta racha le permitió, al equipo del argentino, retornar a lo más alto del Clausura. Alcanzó los 19 puntos, pero en compañía de Olimpia. Después de un buen arranque, sumando 9 de 9, Deportivo Capiatá fue el primer traspié. El 1 - 1 en el Erico Galeano, cortó la seguidillas de triunfos. Cuando parecía poder reponerse, ante un Cerro Porteño que llegaba a menos, el conjunto de Gustavo Florentín ganó por 2 - 0 y robó el invicto de Francisco Arce. La semana posterior, fue un tiempo de incertidumbre. La Selección Paraguaya se ponía en el camino de Guaraní, su cuerpo técnico y su presidente. Reinaldo Rueda había dicho no, y el propio Arce volvía ser pretendido por la APF.
Juan Alberto Acosta autorizó a Robert Harrison a poder charlar con su entrenador. La conversación se dió rápidamente, el DT dió el sí pero condicionó su ida pidiendo dirigir ante Sol de América. La despedida no fue la mejor. Con varios cambios en el once, sufrió una goleada en Villa Elisa. Fue un antes y un después para Guaraní. Siguiendo la metodología de trabajo, contrataron a Garnero, el favorito de Acosta y el departamento de fútbol.
Con una semana de trabajo, modificó el equipo. Retornó Julio César Cáceres a la zaga junto a Luis Cabral y Juan Aguilar como el doble seis con Marcelo Palau. En la elección del sub, apareció Julio Giménez que se rompió los ligamentos ante Libertad y dió margen a la vuelta de Rodrigo Bogarín, ya que Jorge Morel viajó a Perú con la Selección Paraguaya Sub 20.
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Juega diferente, evita la posesión de pelota y es vertical. Todo lo hace rápido pero a veces sufre. No mantiene una dinámica equilibrada pero logra resultados.