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El Consejo británico de comandantes de policía (NPCC), principal responsable de investigar el escándalo, afirmó además que registró un aumento significativo de clubes implicados, sospechosos y víctimas potenciales.
Las investigaciones se extienden a 148 clubes, 155 sospechosos y 429 víctimas que tenían entre 4 y 20 años en el momento de los hechos. Muchos de los casos se remontan a hace más de 20 años e implican a entrenadores y ojeadores de categorías inferiores de clubes profesionales y aficionados.
Un antiguo profesional llamado Andy Woodward, hoy de 43 años, que jugó en el Sheffield United, abrió el camino a muchas otras víctimas al explicar en noviembre los abusos que sufrió de Barry Bennell, un exentrenador de las categorías inferiores del Mánchester City, el Crewe Alexandra y el Stoke City. Desde entonces, el escándalo no ha dejado de crecer y otros exprofesionales salieron a revelar sus casos.