Amor fraterno antes que gloria deportiva

“Hay que ser muy fuerte y buena persona para hacer eso. A veces en deporte hablamos de la victoria como lo más importante del mundo. A veces lo es, pero quizás ayudar a un hermano sea más importante”, explicó a la BBC, en una entrevista a ambos difundida este martes.

Alistair explicó que dudo de si había hecho lo correcto. “Estuve sentado una hora después de la carrera pensando: ’¿hice lo correcto? ¿Le hubieran atendido antes si lo hubiera dejado? ¿Está mal llevar a alguien hasta la meta?’”.

“Pero las reacciones han sido buenas y eso me hace pensar que hice bien”, añadió Alistair, que ha recibido grandes elogios por su gesto, entre ellos los de la creadora de Harry Potter, la escritora J.K.Rowling, que adornó con imágenes de aplausos y lágrimas un mensaje en Twitter.

Tras nadar 1,5 km, recorrer 40 kilómetros en bicicleta y correr casi 10 km en la prueba de Cozumel, México, a Jonny empezaron a temblarle las piernas y parecía incapaz de acabar una carrera que lideraba y que le hubiera dado el Mundial.

“Lo recuerdo claramente. La carrera fue muy, pero que muy bien, hasta que faltaba 1,5 km para la llegada y todo se fue al traste. Recuerdo que mis piernas empezaron a flojear y pensé: ’no voy a llegar a la meta’”, narró Jonny.

Apenas se tenía en pie cuando su hermano, que estaba dos posiciones tras él y tenía posibilidades de ganar la prueba, se paró a ayudarle y lo llevó del brazo hasta la meta, entrando ambos al mismo tiempo en una escena dramática.

El gran beneficiado del bajón de Brownlee fue el español Mario Mola, que se llevó el Mundial, mientras que la prueba de Cozumel la ganó el sudafricano Henri Schoem.

Como buenos hermanos, los Brownlee son francos el uno con el otro, y Jonathan dice que Alistair fue “un idiota” por la táctica que adoptó en la prueba. Aunque no especificó, el español Mola explicó que su competidor impuso un ritmo muy alto y que estaba seguro de que lo iba a pagar.

“Al principio, pensé ’que idiota que es’. Podía haber ganado la carrera fácilmente y tácticamente hizo el ridículo”, explicó.

Jonny no se lo tiene en cuenta. Su hermano, dijo, “tenía la oportunidad de ganar y la desaprovechó para ayudarme. Le estaré agradecido el resto de mi vida”.

Alistair es el mayor de los dos hermanos, con 28 años, dos más que Jonny. Además de ayudarse, también saben competir: el primero ganó el oro y el segundo la plata en los Juegos Olímpicos de Rio.

Puede que ahora pasen al recuerdo por los últimos metros de Cozumel, unas imágenes que han sido vistas cientos de miles de veces en YouTube y mostradas en las televisiones de medio mundo. Algo que le preocupa particularmente al hermano que tuvo que ser arrastrado: “espero no ser recordado como un caballo renqueante que apenas podía alcanzar la meta”.