Se define el paso a la Intermedia

Fernando de la Mora y Silvio Pettirossi cierran esta tarde la temporada 2003 de la Primera de Ascenso, en busca de un sitio en la División Intermedia del año entrante. El segundo y último juego de la serie final será celebrado en el estadio "Rogelio Livieres" del Guaraní, a las 16:30, y el equipo rojo del barrio Palomar encara la revancha con la ventaja de haber ganado el partido de ida por 2-1.

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A un paso de escribir la página más gloriosa de su historia está el Fernando de la Mora, un club del capitalino barrio Palomar que está en pleno crecimiento, que fue fundado el 25 de diciembre de 1925 y que registra un título en la Primera de Ascenso (conquistado en 1930) y dos en la Segunda División (1950 y 1958).

El Silvio Pettirossi, por su parte, es un grande de las categorías de Ascenso de nuestro fútbol. El equipo verdolaga del barrio Republicano, fundado el 11 de marzo de 1926, tiene un título en la "B" (1969) y seis en Segunda (1952, 1957, 1973, 1974, 1984 y 1995).

El duelo de esta tarde será arbitrado por el internacional Carlos Amarilla, quien contará con la asistencia desde las bandas por Celestino Galván y Amelio Andino. Las entradas costarán 10 mil guaraníes en todos los sectores.

En la confrontación inicial de la serie consagratoria, el Fernando obtuvo una mínima ventaja, demostrando una superioridad que fue más física que futbolística, por lo que un empate le bastará para dar la vuelta olímpica y jugar por primera vez en su historia en la categoría semiprofesional, un hecho hasta hace poco impensado, ya que el cuadro de Palomar hasta el año pasado estaba en la última categoría, la Segunda.

La misión del Pettirossi no es nada sencilla, aunque no imposible. El conjunto "aviador" deberá evitar las distracciones defensivas si pretende cambiar el curso de la historia y regresar a la Intermedia. En el choque pasado había tenido un triunfal inicio hasta que terminó facilitando la tarea al rival.

Por ser un choque resolutivo, por disputarse en un escenario que tiene una buena ubicación, por lo entonado que viene un cuadro que está en las puertas de la gloria (Fernando) y por la necesidad del adversario que tiene para gritar campeón, el espectáculo está asegurado. Como siempre, se espera que el arbitraje pase desapercibido y que el comportamiento de los espectadores sea bueno, de modo a que el certamen tenga un buen cierre.
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