Intendentes y concejales cómplices en endeudar Asunción

Este artículo tiene 8 años de antigüedad

Siguiendo los pasos del presidente Horacio Cartes, que en lo que va de su mandato ha incrementado la deuda pública en un 63%, el intendente Mario Ferreiro, mediante la emisión de bonos, acaba de obligar a la comuna asuncena nada menos que por cien mil millones de guaraníes. Su director de Hacienda, Óscar Orué, señaló con orgullo que la Municipalidad capitalina nunca antes se había endeudado por un monto tan elevado, como si ello constituyera un singular mérito de la actual administración. Los ministros de Hacienda del actual Gobierno no han llegado al extremo de ufanarse por comprometer a esta generación y a las venideras al pago de unas deudas contraídas alegremente por falta de coraje y de capacidad para combatir la corrupción, el prebendarismo y la evasión tributaria. En consecuencia, la vía más fácil de obtener dinero para construir las obras de infraestructura que se estimen necesarias constituye la emisión de bonos sin miramientos. ¡Que se vean las sucesivas administraciones y los contribuyentes del mañana!

Siguiendo los pasos del presidente Horacio Cartes, que en lo que va de su mandato ha incrementado la deuda pública en un 63%, el intendente Mario Ferreiro, mediante la emisión de bonos, acaba de obligar a la comuna asuncena nada menos que por cien mil millones de guaraníes. Su director de Hacienda, Óscar Orué, señaló con orgullo que la Municipalidad capitalina nunca antes se había endeudado por un monto tan elevado, como si ello constituyera un singular mérito de la actual administración.

Los ministros de Hacienda del actual Gobierno no han llegado al extremo de ufanarse por comprometer a esta generación y a las venideras al pago de unas deudas contraídas alegremente por falta de coraje y de capacidad para combatir la corrupción, el prebendarismo y la evasión tributaria. En consecuencia, la vía más fácil de obtener dinero para construir las obras de infraestructura que se estimen necesarias constituye la de emitir bonos sin miramientos. ¡Que se vean las sucesivas administraciones y los contribuyentes del mañana!

El Gobierno municipal de Asunción piensa más o menos lo mismo que el Gobierno central, según se desprende de los dichos del mencionado director. No tuvo ningún problema en admitir que solo la mitad de los asuncenos paga sus impuestos, pero cree que un dudoso nuevo Sistema de Gestión Tributaria, que se establecería este año, permitirá aumentar la recaudación en gran medida. Hubiese sido mucho más sensato implementarlo primero antes de tomar la decisión de endeudar a la comuna. El alto funcionario cree que una vez que se realicen las 26 obras públicas proyectadas, con el dinero tomado en préstamo, “la gente sí querrá pagar sus impuestos”. O sea que surgiría un círculo virtuoso, en virtud del cual el endeudamiento hará posible que, entre otras cosas, se construyan plazas, parques y muros de protección, todo lo cual incitará a los contribuyentes a cumplir con su deber. ¡Qué inocencia!

Así que, cuando eso ocurra, solo será cuestión de esperar que los satisfechos pobladores de Asunción acudan presurosos a las ventanillas de la Municipalidad para pagar con gusto sus impuestos. No sería preciso romper los vínculos de corrupción de larga data establecidos por los capos de la Municipalidad.

Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy

El intendente reveló hace poco que unos 3.900 terrenos de la comuna están en poder de particulares, de clubes sociales y deportivos, de supermercados, de entidades financieras y de organizaciones sociales y políticas. Es muy probable que esos bien conocidos ocupantes ilegítimos sean también evasores de impuestos protegidos por los concejales asuncenos y que seguirán siéndolo aunque Asunción se llene de obras públicas y tenga un ejército de cobradores.

Se está “programando” promover acciones judiciales para recuperar esos inmuebles: es de esperar que la programación concluya cuanto antes para iniciar los juicios, de modo que alguna vez la Municipalidad pueda dar en alquiler o vender esos inmuebles. Así podría recaudar algo de lo requerido para amortizar lo antes posible una deuda sin precedentes, que equivale a casi la mitad del plan de inversión municipal para este año, que asciende a 223.600 millones de guaraníes.

También hay mucho margen en lo que respecta a los llamados “servicios personales”, es decir, a la muy pesada carga que implica mantener un ejército de casi siete mil funcionarios y contratados, a los cuales deben sumarse unos mil cuatrocientos que figuran en la nómina de la Junta Municipal. Entre ellos existen miles de parásitos instalados por los sucesivos ediles, incluyendo a los actuales, que con gran alegría consintieron el enorme endeudamiento. Es que las construcciones proyectadas serán una atractiva fuente de ingresos para más de uno de ellos, sin importar el color de su bandera, a través del “vuelto” derivado de las licitaciones, al decir del exconcejal colorado Yamil Esgaib.

Lo que no había ni seguirá habiendo, por lo visto, es la voluntad de achicar el elefantiásico aparato municipal y de honestizar la administración para reducir en gran medida la enorme evasión tributaria.

La actual administración municipal no está en manos del “cartismo”, pero emprendió el mismo derrotero irresponsable. Es de preguntarse, así, qué autoridad tendrá la oposición para criticar la política financiera del Poder Ejecutivo, ahora que una de sus figuras más relevantes, que no desdeña una eventual candidatura a la Presidencia de la República, incurre en la misma frivolidad y hasta en forma agravada. Como no pudo poner la casa en orden, el intendente Mario Ferreiro se lanza tranquilamente a emitir bonos como si nada, siendo de temer que empiece una espiral de endeudamiento, ya que es probable que también el próximo año sea preciso encarar más construcciones, se consigan “bajas” tasas de interés y se siga creyendo que las futuras generaciones podrán soportar más deudas. Además, no debe olvidarse que el tiempo electoral en que se encuentra inmerso el Paraguay es propicio para que las instituciones públicas contraigan deudas, ya sea para inaugurar obras que sirvan de propaganda o desviar fondos para la campaña de los “amigos”.

El perverso mecanismo de la deuda provoca una adicción, cuyas nefastas consecuencias se harán sentir más temprano que tarde. El contribuyente asunceno debe exigirles explicaciones claras a sus concejales. No debe aceptar mansamente estos atracos contra sus bolsillos.